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ENERGÍA ELÉCTRICA
Columna
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Las electrificadoras retan a Petro

Los precios del kilovatio/hora de energía que venden las generadoras de energía a las empresas distribuidoras se ha multiplicado cerca del 252% en la última semana

Gustavo Petro
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante el Foro Económico Mundial de Davos.ARND WIEGMANN (REUTERS)

Recuerdo otros tiempos, en una ya lejana niñez, cuando papá nos mostraba un grueso cinturón de cuero a mi hermano y a mí para advertirnos que, si no nos portábamos bien, vendría el castigo físico (ya hoy convertido en fenómeno prehistórico) en forma de sendos correazos en las nalgas.

Si mal no recuerdo, y es que la infancia a veces termina difuminada por una nebulosa que da brillo a lo bello y opaca lo triste, la amenaza surtía efecto. Luego de la visión del cinturón acompañada del respectivo llamado de atención en la voz gruesa de mi padre, nos convertíamos en niños modelo, tranquilos y silenciosos.

Los tiempos cambian. Hace exactamente una semana el presidente Petro le sacó el cinturón al sector de los servicios públicos al anunciar que iba a asumir las funciones de regulación de tarifas de servicios públicos para así frenar el alza en el costo de vida de los colombianos que, según dijo el mismo mandatario, está siendo jalonada por los alimentos y las facturas de los servicios. Sin embargo, aquí no se replicó el efecto que en la década del ochenta tuvo el cinturón de mi papá: los señores de los servicios públicos siguieron portándose mal. O al menos eso es lo que parece.

Según el registro que diariamente hace XM, administradora del mercado de energía en el país, en los siete días que han seguido al anuncio del presidente, los precios del kilovatio/hora de energía que venden las generadoras de energía a las empresas distribuidoras se ha multiplicado cerca del 252% pasando de 291 pesos, el pasado 25 de enero; a 735 pesos, el 31 de enero. Un incremento alucinante y que va en absoluta contravía de los acuerdos alcanzados el año pasado con el sector eléctrico para moderar y controlar las tarifas con el fin de contener los precios que pagamos los consumidores.

Aquí es importante recordar que una tercera parte de los costos de energía que los colombianos pagamos en nuestras facturas mensuales corresponde a lo que cobran las empresas generadoras de energía, es decir que este poderoso incremento lo terminaremos sintiendo todos en los próximos recibos. ¿Dónde quedó el compromiso? ¿Qué pasó con los acuerdos entre el Gobierno y las empresas?

Si se revisa con cuidado el comportamiento de los precios que desde noviembre y hasta la semana pasada manejaron las generadoras, es evidente que hubo, por lo menos, una moderación en la volatilidad de la misma. Las tarifas del kilovatio/hora fluctuaron entre los 115 pesos llegando hasta los 550 en ascensos lentos de varias semanas, muy distinto al pico sorpresivo de los últimos ocho días.

¿Será que los días de sol que hemos estado viviendo llevaron al sorpresivo y repentino incremento? ¿O será que las generadoras están retando al Presidente ahora que anunció que asumirá el control de las tarifas?

Recuerdo que en aquellas ocasiones en que con mi hermano no hicimos caso a las advertencias de papá los correazos fueron fuertes. ¿Qué le espera a las generadoras indisciplinadas?

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