Las disidencias de las FARC secuestran a tres soldados en el Cauca

Uno de los grupos de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) secuestró el domingo a tres soldados en el departamento del Cauca, según ha confirmado este lunes el Comando General de las Fuerzas Militares. Individuos vestidos de civil interceptaron a los militares, que se desplazaban en un vehículo de la fuerza por un corredor alterno a la vía Panamericana. Los disidentes portaban armas de fuego y se identificaron como parte del grupo Carlos Patiño, de acuerdo al comunicado de las fuerzas militares.

La captura de los soldados ocurrió entre los municipios de El Tambo y Patía, en una vía alterna a la carretera Panamericana y que recibe parte del tráfico que no puede cruzar por la principal tras el derrumbe de la semana pasada. El bloqueo de la ruta y los actos criminales han reforzado el aislamiento que sufre el departamento de Nariño.

El secuestro no es el primero que el grupo armado realiza este año en la zona. Se suma al del sargento Juan Gabriel Chichanoi, en poder de las disidencias desde la semana pasada. “El día 10 de enero fui capturado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Hasta el momento se me han respetado los derechos como persona, no he recibido afectaciones físicas, verbales o psicólogicas”, dice el soldado, rodeado por hombres armados y frente a una bandera de las FARC, en un vídeo que recibió la Defensoría del Pueblo como prueba de supervivencia.

Las nueva víctimas son Carlos Andrés Ocoró Mejía, Cristian Murillo Murillo y José Arcadio Epiayu Urania. El Comando General de las Fuerzas Militares ha exigido “respeto” por sus vidas como militares. “Es una flagrante violación a los derechos humanos e infracción al derecho internacional humanitario”, lee el comunicado.

El grupo Carlos Patiño está asociado al Estado Mayor Central de las FARC, que agrupa a varias disidencias bajo el liderazgo de alias Iván Mordisco. El grupo se mueve en el Cauca y tiene en jaque a comunidades del occidente del país con asesinatos de líderes sociales. El analista del conflicto, Luis Fernando Trejos, remarcó a este periódico hace unos días que la agrupación se ha politizado con el nuevo Gobierno. “Se cambian nombres y se politizan para generar la idea de que son las FARC-EP, pero son federaciones criminales”, comentó.

El Gobierno ha reconocido el carácter político del Estado Mayor Central de las FARC, una de las corrientes de guerrilleros que no adhirió al acuerdo de paz del expresidente Juan Manuel Santos. A principios de este mes el Ejecutivo los incluyó en las negociaciones del “proceso de paz”, en vez de contemplarlos bajo la figura de “sometimiento a la justicia” que se destina a grupos criminales. Además, la corriente anunció su acatamiento del cese al fuego bilateral que anunció el Gobierno el pasado 31 de diciembre. No obstante, el secuestro de los tres militares pone en duda su compromiso o su capacidad de lograr que los grupos que la integran ejecuten esa instrucción.

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