“Regreso a seguir luchando por la paz”: Piedad Córdoba se posesiona como senadora desde un hospital
La congresista del Pacto Histórico, internada en una clínica de Medellín, anuncia que su trabajo en el Congreso será por la paz y por las comunidades abandonadas del Chocó
Piedad Córdoba se posesionó como senadora de Colombia desde un hospital en Medellín. El pasado 17 de julio, tres días antes de la instalación del Congreso, fue internada debido a una baja de presión, que se sumó a otros malestares que la han tenido entrando y saliendo de los servicios hospitalarios durante los últimos meses. Este domingo, tomó juramento en la clínica ante el presidente del Senado, Roy Barreras. “Las diferencias políticas no serán, en ningún caso, motivo para negar derechos constitucionales y legales”, dijo Barreras, al anunciar la visita.
Córdoba asume el cargo por el Pacto Histórico, el partido de Gobierno, pero sus relaciones con su líder, Gustavo Petro, pasan por un mal momento. En abril pasado, cuando el político de izquierdas ya había logrado pasar a segunda vuelta y cualquier paso en falso le podía costar la Presidencia, la figura de Piedad Córdoba dentro de su campaña resultó problemática. Petro le pidió suspender cualquier actividad en nombre de su candidatura por los escándalos que la rodean.
A la congresista se le ha señalado de reunirse detenidos en la cárcel con exjefes de bandas armadas en plena época electoral y se le cuestiona su papel como mediadora ante las FARC para conseguir la liberación de secuestrados. Según una declaración de su exasesor Andrés Vásquez ante la Fiscalía, Córdoba “habría capitalizado políticamente la entrega de secuestrados hasta el punto de conseguir que las liberaciones de Íngrid Betancourt y de los tres contratistas estadounidenses se retrasaran”. Según esa versión, la senadora quería darle el mérito de la liberación de secuestrados al entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, para que a su vez, este la “catapultara” a la Presidencia colombiana. Córdoba también ha sido acusada de tener vínculos con el supuesto testaferro del presidente venezolano Nicolás Maduro, Álex Saab, con quien habría compartido viajes y negocios, han denunciado algunos sectores políticos.
Ningún señalamiento, sin embargo, ha sido un obstáculo para que hoy asuma su cargo como senadora. Un lugar que le resulta conocido. Piedad Córdoba fue senadora en las legislaturas de 1994 y 2010 y siempre fue una de voces más fuertes del parlamento, como promete volver a serlo. “Los avatares del destino y la sistemática persecución política en mi contra lograron socavar mi salud en el último tiempo, pero no han logrado quitarme ni la vida ni mis convicciones. Y mientras respire seguiré firme en mis ideas por las que he luchado desde hace casi 50 años: la democracia y la paz”, escribió en un comunicado tras posesionarse.
La última vez que estuvo en el Congreso salió por la puerta de atrás, tras ser inhabilitada por la Procuraduría por sus presuntos vínculos con la extinta guerrilla de las FARC. “Vuelvo al Senado de la República luego de que hace 12 años un inquisidor ultraconservador me cercenara irregularmente mis derechos políticos”, dijo en el escrito que publicó este domingo, en el que anunció cuál será su papel en el Congreso, donde por primera vez no será oposición. “Vuelvo para convertirme en un alfil de las grandes transformaciones que desde el nuevo gobierno preparan para su paso por el legislativo. Presidente Roy [por Roy Barreras], tendrá una legislatura con Piedad. De intensa actividad y propuesta para que las reformas vitales para el país, a nuestra economía, al campo, a nuestra fuerza pública y a la estructura misma del Estado puedan plasmarse en este primer periodo. Regreso a seguir luchando por la paz”, anunció y escribió que llamará a debates de control político sobre “la penuria a la que se ha sometido al pueblo del Chocó y sobre la Guerra Jurídica realizada contra la oposición bajo el gobierno, por fortuna saliente, del señor Iván Duque”.
Aunque tuvo que marginarse durante la campaña de Petro por petición de él mismo, Piedad Córdoba es una convencida del proyecto político del presidente electo y en su carta sugiere que, pese a los malestares, trabajará por la transformación que promete el nuevo Gobierno. “Me convoca un momento histórico por encima de vanidades, rivalidades, empatías o animadversiones”, escribió en su mensaje, el primero en su regreso como congresista.
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