El asesino de la psicóloga Adriana Pinzón estaba en casa
El cuñado de la víctima llegó este martes a un preacuerdo con la Fiscalía y aceptó 28 años de prisión por haber participado en su desaparición y muerte
Nadie en la familia de Adriana Pinzón entiende en qué momento su vida se volvió una pesadilla. La última vez que estuvieron todos juntos estaban enterrando a su abuela materna. Unos días después, Pinzón, una psicóloga de 43 años que trabajaba en una empresa petrolera en el departamento de Recursos Humanos, desapareció. Pasado un mes, el pasado 27 de junio, las autoridades encontraron su cuerpo descuartizado repartido en cuatro bolsas en un pueblo a las afueras de Bogotá.
Su familia exige saber la verdad sobre lo ocurrido. El único sospechoso durante toda la investigación siempre fue su cuñado, Jonathan Torres, quien este martes llegó a un preacuerdo con la Fiscalía. En él, confiesa haber participado en la desaparición y asesinato de la psicóloga. “Torres se comprometió a aceptar los delitos de homicidio agravado y desaparición forzada, por lo que recibiría una pena de 28 años de prisión y deberá pagar una multa de 600 salarios mínimos mensuales vigentes (140.186 dólares)”, ha asegurado la Fiscalía. Ahora, falta esperar a que el juez acepte el preacuerdo al que llegaron todas las partes.
Sandra Pinzón, hermana de la fallecida, asegura que toda la situación es muy extraña, pues Torres, asegura, nunca tuvo un mal comportamiento con la familia. “Jonathan es ayudante de veterinarios y llevaba seis años con mi hermana. La verdad, es una situación muy difícil, totalmente inesperada”. Sandra enfatiza que su hermana Pilar cortó la relación apenas supo que era el principal sospechoso del asesinato.
Sandra describe a Adriana como una mujer alegre y responsable. Recuerda que le encantaba ir a conciertos de rock, leer hasta tarde en las noches y que su pasión era viajar por el mundo. “Era la mediana de las tres. Estábamos muy unidas, sentimos un gran dolor”, afirma Pinzón, quien asegura que Adriana siempre fue uno de los ejes de unión de su familia. La mujer no tenía hijos ni pareja. Vivía sola en una casa a las afueras de la capital colombiana, en Zipaquirá. Es precisamente allí donde las cámaras de seguridad la vieron por última vez el 7 de junio, según las investigaciones de la Fiscalía.
En las grabaciones se puede ver cómo Torres llega al apartamento de Adriana a las seis de la tarde y sale en dos ocasiones. En la primera salida lleva un maletín negro y en la segunda se le ve cargando con gran dificultad sobre sus hombros unas bolsas negras de basura que guardó en el coche. Según los forenses, se trataba del cuerpo sin vida de Adriana.
Según el informe de la Fiscalía, los peritos forenses hallaron rastros de sangre en su habitación y en otros espacios de la casa. Además, las autoridades recibieron un testimonio de un conocido de Torres el cual reveló que el presunto homicida le dio a guardar el maletín que salía en las grabaciones, y que “adentro tenía cuchillos con manchas de sangre y documentos de la psicóloga como la licencia de conducción”.
20 días después de la desaparición, la unidad investigativa de Fiscalía encontró el cuerpo de Pinzón en una zanja ubicada en la vereda Río Frío, en Zipaquirá. El cadáver, descuartizado, estaba repartido en cuatro bolsas plásticas industriales, según el dictamen del Instituto de Medicina Legal.
Los fiscales del caso y personal del CTI conocieron información sobre la ubicación de la víctima, se trasladaron a una vía en la vereda Río Frío, en Zipaquirá, y encontraron en una zanja una bolsa negra en la que estaba el cuerpo que guardaría relación con la psicóloga. pic.twitter.com/L6Bx3SNSgZ
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) June 25, 2022
La Fiscalía imputó a Jonathan Torres los delitos de homicidio agravado y desaparición forzada. Al comienzo, no aceptó los cargos y fue enviado como medida preventiva a prisión. Sin embargo, este martes, su abogado, Jimmy Pepinosa, aseguró que a Adriana Pinzón la mataron para robarle sus ahorros y que hay más personas involucradas. Durante la indagatoria, Torres confesó haber participado en la desaparición de su cuñada y aseguró que hay más personas involucradas en el crimen. A Sandra, la versión del abogado no le termina de encajar: “Nosotros estuvimos averiguando y no le falta nada”.
Este martes, la Fiscalía determinó que los móviles del crimen podrían ser económicos y que estarían relacionados con el afán que tendría Torres por cubrir varias deudas. El preacuerdo suscrito ha sido comunicado a la familia de la víctima y será presentado ante un juez para su aprobación.
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