Un testigo clave para ‘Jimmy’
La declaración de un joven que presenció las agresiones al hincha del Deportivo en la reyerta del Manzanares retuercen el caso y cuestionan al juez que excarceló a los presuntos asesinos
Cuando ya parecía que podía quedar impune el asesinato de Jimmy, el hincha del Deportivo que murió apaleado en la macroreyerta entre ultras del Riazor Blues y del Frente Atlético en el Manzanares el pasado 31 de noviembre. Cuando el último juez —de los cuatro que han llevado el asunto en el juzgado número 20 de Plaza Castilla— excarcelaba el 21 de mayo a los cuatro presuntos autores materiales de la mortal agresión por falta de pruebas. Cuando el caso que conmocionó al mundo del deporte español obligó a una determinante reacción institucional para erradicar la violencia de los estadios de fútbol: baterías de medidas del Consejo Superior de Deportes, expulsiones de grupos ultras de los clubes, importantes sanciones económicas a cualquiera que ejerciese algún tipo de violencia, incluida verbal en los estadios... Cuando la llamada Operación Neptuno parecía diluirse en el marasmo judicial, entonces, un joven se sentó ante la fiscal de menores y lo contó todo.
Fue el pasado mes de julio pero no trascendió hasta ayer. Se trata de un testigo protegido de la policía que le ha dado un nuevo vuelco al caso y, con su declaración, ha cuestionado la decisión del juez de poner en libertad a Ismael López Pérez, Sergio Santiago Martínez, Francisco Javier Jiménez Linares y José Luis Zarzoso, los cuatro principales sospechosos de la paliza que causó la muerte de Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy.
En su testimonio, al que tuvo acceso este periódico y que prestó ante la fiscal de menores porque señala la participación de un menor en la brutal agresión, reconoce a dos de los principales acusados, a Zarzoso —alías Zarpe— y a Jiménez Linares, como autores materiales del apaleamiento del hincha de Riazor Blues. También identifica a un chico, menor en el momento de los hechos pero que ya habría cumplido la mayoría de edad, llamado Álvaro —alias KitKat—, que en su momento fue acusado de homicidio por la policía, junto a otros dos menores. Y también señala a un tal Diego Palomeque, uno más de los cerca de cien detenidos “por riña tumultuaria” en el desarrollo de la larga operación policial y que procedería de Talavera de la Reina. Los agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid tienen constancia de que participó en la reyerta por los mensajes de su móvil intervenidos.
Los asuntos pendientes de aclarar en la Operación Neptuno
El principal escollo que encontró el último juez que se hizo cargo del caso para clarificar la muerte del ultra de Riazor Blues Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, fue el de tratar de identificar a los agresores y a las víctimas, puesto que hubo dos agredidos que fuero arrojados al río.
Los vídeos obtenidos por la policía de particulares que presenciaron los hechos y de las cámaras de seguridad de la zona tienen una nitidez limitada que impide ver con claridad a todos los atacantes. No obstante, los minuciosos análisis realizados por la Policía Científica, acabaron llevando a la identificación de cuatro presuntos autores materiales, que fueron detenidos acusados de homicidio y que ingresaron en prisión.
Sin embargo, el visionado y las declaraciones de un agente de movilidad que se encontraba en el lugar en el momento de los hechos, hizo que el juez —el cuarto que instruía el caso— decretase la libertad de los cuatro encarcelados. Consideró que no había pruebas suficientes porque no estaba claro quienes habían participado en la primera agresión —que no provocó la muerte de la víctima— y quienes en la segunda, que sí fue letal y que le causó la muerte al Jimmy. La declaración del testigo protegido puede aclarar quienes fueron los participantes en cada agresión.
El testigo protegido, que con su versión corrobora gran parte de las acusaciones de la policía, declaró que los ultras del Frente Atlético habían quedado a través de las redes sociales a las 7.30 de aquella mañana en el Bar Río Duratón —su sede habitual— en las horas previas al encuentro, con el objetivo de enfrentarse a los hinchas de Riazor Blues. “Los del Atleti pasaban un mal momento porque iban a coronar el estadio”, dijo. Y explicó: “Que significa que la afición ultra del equipo visitante llega sin escolta y eso supone una victoria para esa afición”.
Según su versión, “los que llegaron en coche dijeron que los aficionados del Depor estaban en un bar de Madrid” y se fueron todos hacía allí. “Éramos unos 250”, concretó ante la fiscal.
Su declaración desmenuza la descomunal reyerta y habla de dos agresiones principales. Una primera, “contra un ultra gallego de complexión fuerte”, el que fue arrojado primero al río. Y una segunda, contra Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, “de complexión delgada”, en la que Zarpe (Zarzoso Perea) le habría dado un fuerte golpe en la cabeza. Asegura que vio como “Zarpe, Álvaro —que llevaba una barra extensible— y un tal Diego le pateaban luego en el suelo y le daban porrazos en la zona abdominal”. El declarante, que define a Kitkat (Álvaro) como el líder de las juventudes del Frente Atlético, dice que estaba a tan solo cinco metros de distancia del linchamiento y que no hizo nada porque “de fondo venían otros hinchas gallegos hacia él”. Después, afirma, vio como arrojaban a Jimmy al río. Y que las personas que lo tiraron fueron Paco Parla (Francisco Javier Jiménez Linares) y el tal Diego (Palomeque).
Cuatro identificados
El testimonio de este testigo protegido, además de identificar a dos de los presuntos autores materiales del asesinato ya señalados por la policía y actualmente en libertad y de apuntar a un tercero, pone de manifiesto que en la agresión mortal participó al menos uno de los menores, que ya fue detenido y acusado de homicidio en julio, después de que los investigadores analizasen unas conversaciones de WhatsApp mantenidas con su novia el día de autos. Los mensajes, publicados entonces por este diario, son un rosario de brutalidades: “Le hemos reventado, sin porra me he quedado, le he pegado un palizón”.
A Ismael López Pérez, otro de los cuatro principales sospechosos que quedó en libertad y sobre quien la policía mantiene la acusación de homicidio basándose en los vídeos analizados en los que aseguran que se le ve apaleando a Jimmy, el testigo protegido solo dice haberlo visto participar en la primera agresión, aunque reconoce que entre ambas “no hubo más de 15 segundos” de diferencia y que había mucha gente arremolinada.
El juez, que hasta la fecha no ha citado a declarar a este testigo protegido que parece clave en el caso, deberá decidir ahora si vuelve a enviar a prisión a los excarcelados en la llamada Operación Neptuno y si ordena el ingreso de alguno más.
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