El último trecho del río Mao, afluente del Sil, es trepidante. Desciende unos 600 metros de desnivel en pocos kilómetros, formando rápidos y pequeñas cascadas por un serpenteante y estrecho valle. Una pasarela de madera suspendida a mitad de ladera acompaña, desde las alturas, tan trepidante discurrir hasta su desembocadura. El sendero (dos kilómetros de recorrido plano) parte de La Fábrica, una vieja central eléctrica convertida en albergue.Anxo RialLos 'graus' que surcan la sierra del Montsant, como el de l’Escletxa (en la foto), son caminos estrechos que ganan altura de forma abrupta y directa. El más vertiginoso es el de Barrots (5,5 kilómetros, dificultad media-alta), que discurre por terrazas colgadas de estas grandes paredes, asomándose al vacío sobre los viñedos del Priotat.Albert (Flickr)Un cable de acero a modo de pasamanos protege los pasos más estrechos del sendero que recorre el desfiladero de Mont-rebei (500 metros de altura, apenas 20 de anchura), tajo labrado por el río Noguera Ribagorzana en la sierra del Montsec, y frontera entre Aragón y Cataluña. Pero lo mejor llega al final, o al principio, según el sentido de la marcha (14 kilómetros, ida y vuelta), cuando el caminante se burla la gravedad en la pasarela de Montfalcó. Se puedes contratar guías de montaña para realizar la marcha en el albergue de Montfalcó (www.guiasdelmontsec.es).montfalco.comA pocos minutos del centro de Granada, el río Monachil ha horadado una estrecha garganta en la base del macizo de Sierra Nevada. Se puede recorrer por una emocionante ruta (tres horas ida y vuelta, dificultad media) con tramos elevados de mucho patio (en la foto), un puente colgante de 63 metros e incluso un pasadizo, que obliga a agacharse en su sección más angosta, la Cueva de las Palomas.David MunillaFue considerado durante años el camino más peligroso del mundo, pero la instalación en 2015 de una flamante pasarela sobre el antiguo y deteriorado Caminito del Rey permite recorrer ahora sin riesgo (bajo reserva previa) el vertical estrecho de los Gaitanes, a 100 metros de altura sobre el río Guadalhorce. Puro disfrute.David Ramos (getty)La península de Alcudia propone ascensiones sencillas y poco frecuentadas, pero emocionantes. Como la que asciende a la Penya Roja desde el santuario de la Victoria a través de un camino protegido por pasamanos que se asoma al precipicio. El momento culminante llega en el paso de la Atalaya (en la foto), un estrecho túnel artificial construido en torno al siglo XV y pegado al vacío, que protegía el acceso al baluarte fortificado ubicado en la cima. Allí, además de los restos de dicha fortaleza, aguardan fabulosas vistas de la costa mallorquina.Andy Christiani (getty)Es asequible para muchos y asombrosa para todos, ahí reside la magia de esta senda serpenteante y con el vacío a un paso, en Picos de Europa. La ruta del Cares conecta el pueblo asturiano de Poncebos con el leonés de Caín a través de un recorrido de dificultad media-baja, distancia factible (12 kilómetros) y con grandes vistas, que lo convierten en una de las excursiones más populares del parque nacional. El truco consiste en intercambiarse las llaves del coche a mitad de camino con algún amigo que haya iniciado la marchar en el extremo opuesto, evitando así tener que volver al punto de partida.Íñigo F. de Pinedo (getty)Una estructura de madera con escaleras, pasarelas y puentes colgantes perfectamente integrados en el entorno natural ha revolucionado el senderismo portugués. La espectacularidad del sendero, de nueve kilómetros sin apenas dificultades y envuelto en silencio, relax y naturaleza, explica su éxito.Tiago MartinsEs la más espectacular de las 'fajas' de Ordesa, senderos que recorren las paredes de este valle pirenaico a diferentes alturas. Esta ruta de alta dificultad (requiere superar tramos verticales de roca asegurados con clavijas y escalones de hierro) y de larga duración (unas ocho horas) tiene como recompensa la mejor perspectiva de este escenario natural.Total 13 (Flickr)