8 fotosOcho obras impactantes de ARCO que deberías haber vistoPara lo que muchos es una expresión artística para otros es una tomadura te pelo. La dualidad de ciertas obras hace que se ponga en duda la calidad de algunas piezasMario SuárezMadrid - 18 abr 2016 - 17:06CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceCuando se cumplen 35 años de la feria de arte contemporáneo, ARCOmadrid, todavía algunos se preguntan qué es vanguardia y qué no lo es. El artista cubano Wilfredo Prieto el año pasado presentó en el espacio de la galería Nogueras Blanchard una instalación titulada 'Vaso de agua medio lleno' (2006) con el cristalino precio de 20.000 euros. Fue lo más comentado de la edición pasada y nunca el duralex se había cotizado tan al alza. De hecho, puede que cada noche tengas una obra de arte en tu mesilla y no te hayas dado cuenta. Solo tienes que intentar ver el vaso medio lleno o medio vacío.Kei Okano (cortesía de galería Nogueras Blanchard).Su escultura le costó una denuncia de la Fundación Francisco Franco, que le llevó a los tribunales por “ofender la memoria y el honor” del dictador. Pero Eugenio Merino no solo ganó la demanda, si no que consiguió el efecto contrario, que su obra fuera ya considera como la más conocida quizá de toda la historia de la feria. 'Always' Franco se presentó en 2012 y presentaba a Franco metido dentro dentro de una cámara frigorífica de bebidas. El caudillo esperaba congelado quizá la inmortalidad, y en parte lo consiguió a base de los selfies que se hacían los visitantes a su lado con el símbolo de la victoria en sus dedos.Nunca un tanga fue expuesto de manera tan icónica. Pero no nos quedemos en la superficie, esta crítica social de la artista Pilar Albarracín también se presentó en la edición de 2015 bajo el título de 'Mandala (rojo)' (2012). Una composición de bragas sobre lienzo –así reza literalmente su leyenda– que representaba esa iconografía espiritual de los macrocosmos y los microcosmos tan utilizados en el budismo y el hinduismo, pero realizado con ropa interior de mujer. Hay versiones de esta obra con bragas en color negro y nude. Al gusto.Fueron dos esculturas. Una de Miguel de Unamuno y otra de Sabino Arana, realizadas con una pata de jamón ibérico. 'Carnalitos', que así se llama que el proyecto del artista austríaco Kasper Kovitz llevó al espacio de Saatchy Gallery en la edición de 2011, simbolizaba la oposición política de dos personalidades vascas, la más moderada y la nacionalista, realizadas con la misma materia prima. “Dos amigos cercanos con la misma sangre”, afirmó el artista en su momento. El catering de ARCO de ese año tuvo un gran competidor.Antonio Lobo.La galería Juana de Aizpuru no ha faltado a ninguna de las 35 ediciones de ARCOmadrid. La veterana galerista presentó en la edición de 2014 esta escultura realizada con tubos de cartón de papel higiénico del austríaco Heimo Zogernig. 'Sin título' se llamaba la obra de este creador que tiene obra en el museo Reina Sofía, y que dejó a coleccionistas y expertos maravillados con la estructura de átomo que puede llegar a crearse con el residuo más universal e íntimo de la vida contemporánea.Galeria Juana de Aizpuru.Los archivadores de oficina es el elemento utilizado por el artista Ignacio Uriarte para varias de sus instalaciones. 'Ringbinder Circle' es el título de esta obra que estuvo en ARCOmadrid en 2015, una crítica mordaz e inteligente al sistema capitalista, que también fue expuesta en MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo. La sencillez de una exposición de números y cifras en medio de la feria intimidó al público, que no sabía si meterse dentro o no del círculo, cuando en realidad ya estaban en su interior desde hacía meses.Antonio Lobo.En el año 2012, El País invitó a diferentes artistas urbanos a exponer dentro de su espacio en ARCOmadrid. Spok o Sixeart fueron algunos de los nombres que allí mostraron sus obras, pero con la feria ya abierta, uno de los artistas, Neko, realizó una intervención ilegal que salió en todos los informativos del día. Cogió un extintor repleto de pintura de color rosa y pintó la palabra 'Crisis' en las paredes del stand en apenas unos minutos. Se ponía así de manifiesto el ideario natural de este artista de la calle, cuya obra es más natural de los espacios abiertos que de las grandes muestras de arte. Lo mejor del vídeo fue el público atónito que estaba alrededor y la ya frase mítica del empleado de seguridad de la feria: “A ver, a ver, patrulla, patrulla del ocho”.La obra de arte se hizo carne, o a la inversa. La galería murciana T-20 llevó en el año 2014 una de las piezas más polémicas de la historia de ARCOmadrid. Un striptease real de dos mujeres bailando sobre una barra americana, 'Congress Topless' del artista Yann Leto, revolucionó los pasillos de la feria. Tanto, que lo único que se fotografió esos días fueron las colas de gente esperando a que las señoritas salieran a hacer su show dentro del stand de la galería. La performance, “en técnica mixta”, analizaba la política desde un punto de vista carnal, y el artista llegó a afirmar “el Congreso es un putiferio”.