Los arhuacos viven en casas circulares con paredes de barro, techos de paja y bases formadas por piedras, en el norte de Colombia. Allí, no llega la electricidad ni el agua corriente. Los ríos y las quebradas que rodean su territorio les proporcionan el suministro líquido necesario.Camilo RozoAcostumbrados a vivir con la luz que da el sol de día y la luna de noche, la luminosa pantalla gigante suponía un contraste con su cotidianidad. La proyección causó un gran asombro, sobre todo a los niños —aunque no solo a ellos—.Camilo RozoDurante el día, los adultos ayudaron a coordinar la proyección de la cinta Colombia, magia salvaje. Vestidos de blanco, como es habitual en la tribu, ya que este color representa la nieve de la Sierra Nevada de Santa Marta, un lugar que consideran sagrado.Camilo RozoMientras, los niños observan con temor el telón blanco, tratando de entender qué significan los cables que se les enredan en los pies. No están acostumbrados a los aparatos electrónicos.Camilo RozoEn sillas de plástico o sobre el suelo de piedra, los 8.000 arhuacos —del total de 47.000 que habitan en Colombia— que viven en “el corazón del mundo”, como ellos llaman a Nabusimake, acudieron a ver la proyección.Camilo RozoLas familias arhuacas se reunieron en el centro de la plaza central del resguardo indígena, como pocas veces lo hacen. Esa noche no importaron los cultivos de papa, cebolla, maíz o café, que comercializan en el resto del país.Camilo RozoLa sorpresa invadía la cara de los niños. Tanto la electricidad, como los animales y las otras culturas que les mostró la pantalla les transportaron a un mundo diferente durante 90 minutos.Camilo RozoAunque el 25% de su comunidad no entiende el castellano y se comunica con su propia lengua (el arhuaca), tanto niños como adultos parecían entender el relato que acompañaba las coloridas imágenes.Camilo Rozo'Seidi' (“madre de la tierra” en arhuaco), una de las líderes de la comunidad que, junto a uno de sus hijos, fue parte del público, afirmó que le gustaría conocer más lugares del mundo a través de la pantalla y ver cómo viven los que no son arhuacos.Camilo RozoAl final de la proyección, los aplausos, ante la imposibilidad de comunicarlo en su lengua, fueron la señal de aprobación con la que la comunidad felicitó su primera proyección de cine.Camilo Rozo