Juanes: “No creo en el sistema, no me interesa la política”
El cantante es un hombre comprometido que se siente reconocido al llegar a la madurez y con ganas de escenario
En la última entrega de los premios Grammy Juanes no ganó. Hizo algo mejor: triunfar. El cantante colombiano de 42 años interpretó su última canción, Juntos, delante de una audiencia en la que estaban todos: Paul McCartney, Lady Gaga, Pharrell Williams, Madonna, el infame Kanye West o el victorioso Beck. Todos. Y Juan Esteban Aristizábal Vásquez, más conocido por la contracción de sus dos nombres, Juanes, cantó para ellos en español, un hito histórico que tuvo lugar por primera vez en diez años en esta muestra del quién es quién de la música anglosajona.
“Ese es mi premio”, repitió emocionado con su hazaña. “Cuando llegué a este país no hablaba ni una palabra de inglés, no tenía ningún contrato, ni amigos, ni dinero. Nada”. Lo dice el ahora ganador de 20 premios Grammy Latinos y otros dos Grammy a lo largo de su carrera. Ahora también es padre de tres hijos, Luna, Paloma y Dante, fruto de su matrimonio con Karen Martínez, y vive en Florida (EE UU).
Tengo 42 años. Soy padre y marido y mi inspiración ha cambiado” Juanes, cantante
Está claro que Juanes ha madurado. Pero el deseo de hacerse oír, de encontrar su propio ritmo y su propia audiencia, el motor con el que llegó a Los Ángeles, sigue vivo. “Me veo para siempre en un escenario, cantando y tocando la guitarra”, resume.
Juanes no hace más que dar las gracias a sus seguidores a los que desde los tiempos de Fíjate bien, su primer álbum, les ha vendido 15 millones de álbumes. Se siente abrumado por el éxito del que disfruta. “Tengo todos los premios en mi estudio porque me encanta verlos, pero en ocasiones siento la presión y me digo eso de 'no sé si debería ponerlos en otro lado'. En cualquier caso es el mejor momento de mi vida”, asegura.
Pregunta. Con la madurez viene la nostalgia. ¿No le gustaría disfrutar de este momento más cerca de su Colombia natal?
Respuesta. Una de las razones por las que me siento tan cómodo en Miami es porque cuento con una de las comunidades colombianas más grandes del país. Escucho la radio colombiana por las mañanas, veo su televisión y mis vecinos son colombianos, argentinos o venezolanos. Me siento muy cerca de mi país, estoy muy implicado con Colombia pero como músico Miami es el centro de mis viajes.
P. ¿Y como padre?
R. Mis hijos han nacido en EE UU. Hablan español, pero viven en la cultura estadounidense. Escuchan música en inglés, televisión en inglés, pero tienen un bagaje. Así es la comunidad hispana en EE UU y la siento cada vez más fuerte.
El intérprete que se define como “más colombiano que la arepa” y describe su música como “tropical chic”. Él, que ha enseñado al mundo ritmos como vallenato, cumbia o guasa, también tiene bagaje. “Cuando estuve en San Sebastián visité la casa de donde viene mi familia. Fue raro porque soy 100% colombiano pero tengo un pasado que me une al País Vasco”, sonríe.
Más que sus raíces le interesa su futuro. Fíjate bien es ya un lema contra las minas de tierra y su activismo social ha sido reconocido por el Parlamento Europeo, donde fue el primer intérprete en cantar en el hemiciclo, pero nunca le ha interesado participar. “No creo en el sistema, no me interesa estar en política. Dentro del sistema es imposible. Puedes ser la mejor persona del mundo pero una vez que te metes en el sistema no hay nada que puedas hacer”, argumenta. De ahí que prefiera canalizar su iniciativa mediante la Fundación Mi Sangre, que creó hace siete años y en la que trabaja con jóvenes víctimas de la violencia en Colombia. “Intentamos ayudarles mediante la música, el arte y la educación”, explica.
En esta nueva etapa de su vida le llueven las ofertas. Su nuevo sencillo, Juntos, es su primera colaboración con Hollywood, el tema de la película McFarland USA que dirige Niki Caro con Kevin Costner como protagonista. También pone música a la serie Jane the Virgin, donde además de cantar interpreta un pequeño papel como actor. Aunque, de momento, asegura que no tiene pensado cambiar de medio. “Soy padre, marido y tengo 42 años. Las cosas han cambiado y lo mismo le pasa a mi inspiración, a lo que pienso, a lo que siento, a cómo escribo. Pero en mi caso sólo me lleva a mis raíces. Es gracioso porque después de tantas vueltas uno vuelve al lugar en el que empezó”, asegura.
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