Un fantástico mundo creativo en el que una larguísima trenza de pelo rubio, el viento y un calcetín confluyen para reflexionar sobre el concepto de evolución. Descubre la mirada de la fotógrafa checa Bara Prasilova, ganadora en la categoría individual de moda del Hasselblad Masters Award 2014.
La fotógrafa checa Bara Prasilova (Praga 1979) creó la serie Evolve para la exposición en la que participaban los ganadores individuales del Hasselblad Masters 2014. Prasilova ganó, con su trabajo AirForce para la diseñadora Hana Zárubová, en la categoría de moda del prestigioso concurso internacional de fotografía que en esta edición tenía como tema la evolución; “Una palabra que se refiere al movimiento hacia delante, hacia el futuro, para mí, fuertemente enraizada al pasado y sin la cual no puedo avanzar”, dice la autora.Bara PrasilovaEn su trabajo une, de manera seductora, a las personas con el mundo interno de las cosas. Esta fusión hace que las fotografías de Bara Prasilova se conviertan en una herramienta para explorar la soledad del alma e ironizar con la fragilidad de la existencia humana. Una larguísima trenza de pelo es en este caso ese símbolo de conexión.Bara PrasilovaCuando Bara habla del porqué de la trenza lo tiene claro, con este elemento representa las adicciones, la dependencia a los demás o a nuestros propios hábitos. Cuanto más frecuentes son, más fuertes se hacen y, a veces, tenemos que cortar por lo sano para liberarnos de los otros o de nosotros mismos.Bara PrasilovaAl ver Evolve uno piensa cómo se le habrá ocurrido la idea y cuántas veces habrá cambiado su manera de interpretar el concepto, pero Bara es perfeccionista y juega sobre seguro. Cuando se lanza a dar forma a un proyecto lo tiene todo muy claro. "Todos mis conceptos y accesorios se preparan con mucho tiempo y generalmente no cambio de idea, pero he descubierto que cuanto más preparado estás, más abierto estás también a que aparezcan otras ideas nuevas".Bara PrasilovaSus fotografías son muy estáticas y tranquilas. Los preparativos para las sesiones duran varias horas. El vestuario, la peluquería y el maquillaje son de una precisión milimétrica. "No trabajo con las emociones, mis modelos no se mueven delante de la cámara y habitualmente hay un silencio total en el escenario", cuenta Prasilova, que goza de un estilo reconocible en el que une el arte y la técnica de la fotografía de moda. Bara siempre apuesta por su estilo independientemente de para quien esté trabajando.Bara PrasilovaPrasilova disfruta creando a mano los accesorios que necesita para sus composiciones, pero en esta ocasión ha sido el Photoshop la herramienta que ha utilizado para hacer la trenza. “Por falta de tiempo, pero si hubiese podido la hubiese fabricado yo y hubiese disfrutado tanto como con la propia sesión de fotos”, explica.Bara PrasilovaAsí es la manera de trabajar de la fotógrafa checa: Cada disparo es cuidadosamente preparado y trazado previamente. Si se trata de un editorial para revista, se basa en un guión o ‘storyboard’. Para la creación de sus ideas necesita producir objetos específicos a medida con mucha antelación para recrear sus escenografías. Cuando el escenario está listo, hace un par de tiros idénticos para valorar sobre todo las opciones de luz y exposición. Muy exigente consigo misma, la autora de Evolve valora una perfecta iluminación, el enfoque y la perfección técnica. Algunas imágenes combinan varios disparos para hacer un montaje, aspecto que se complica en el caso de ser fotos de exterior, donde hay que tener especial cuidado con la perspectiva, distancia, altura y ángulo del objeto principal.Bara PrasilovaUna joven posando con una maceta de la cual brota su propio cabello es la mejor metáfora según Prasilova para definir el mundo en el que vivimos, donde los estilistas se convierten en filósofos y nosotros somos lo que ellos quieren que seamos. De la mano del comisario de la exposición Jim Macek nos adentramos en el trabajo de Bara, la seguimos en busca del futuro y nos asalta la duda sobre si este es hermoso o triste. ¿Realmente somos nosotros mismos o quizás nos dejamos llevar por símbolos externos que intentamos controlar por todos los medios?Bara PrasilovaPrasilova elige esta imagen como su favorita dentro de esta serie. Es un guiño que quita intensidad al tema de referencia y que no tiene nada que ver con el pelo. Introduce el viento como indicador de evolución, de movimiento, “un bonito símbolo para mí, que representa el dejarse llevar en cualquier dirección de forma pasiva”.Bara PrasilovaSus trabajos rompen la frontera entre la fotografía y las bellas artes y crean una entidad propia. Su memoria juega un papel fundamental en toda su obra en la que mezcla lo real y la ficción con un desarrollado sentido de lo absurdo. No falta el humor que se hace más o menos evidente dependiendo del proyecto.Bara PrasilovaActualmente está trabajando con un amigo en un proyecto en el que los productos que ofrece su empresa están en sus fotos y está impaciente por ponerlo en marcha. A Bara le cuesta responder a qué sueño le gustaría fotografiar pero dice que cumple sus sueños casi con cada fotografía que hace. “Mi sueño es crear imágenes en mi mente y convertirlos en realidad en pocos segundos. Sólo por el poder de mi imaginación”.Bara Prasilova
