El alemán Hubert Kostner (1971) estudió Bellas Artes en Múnich y vivió en Madrid y en Pekín antes de decidirse por el paisaje alpino del Trentino, al norte de Italia. En la imagen, el escultor en el recibidor de su casa. Un cilindro de hormigón encierra una escalera de caracol que conecta vivienda y estudio.Mads MogensenLa casa está envuelta en madera de alerce. El comedor está separado de la cocina por una puerta corredera de vidrio. Los bancos, la mesa y las estanterías también son de alerce.Mads MogensenEl dormitorio principal es la única estancia en la que grandes paños de fieltro turquesa, que funcionan como cabecero, rompen la uniformidad de la madera.Mads MogensenToda la cocina, incluidos los bancos de trabajo, las encimeras, los electrodomésticos, los paramentos interiores y los armarios, es de acero inoxidable. El escultor restauró el caballito de madera que le construyó su padre.Mads MogensenEn el salón, butacas vintage que provienen de las casas de los padres del escultor y su mujer.Mads MogensenBajo la cubierta hay una zona de trabajo. Los asientos son diseño de los arquitectos.Mads MogensenJunto al dormitorio principal, la bañera ocupa un nicho en un aseo que recuerda a una sauna.Mads MogensenCalor y vistas. En esta casa, grandes pilares de alerce apoyan la vivienda dejando espacio para que la luz entre por los ventanales.Mads Mogensen
