6 fotosLa memoria en forma de objetoLos objetos que guarda Luis Mateo Díez en su casa forman parte de su retrato. Su vida, en cuadernos, figuritas y premiosRut de las Heras Bretín02 oct 2014 - 14:04CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEste es el cuaderno de 'La soledad de los perdidos', su última novela, con dibujos de su nieta Mónica. A pesar de que sus cuadernos son sus novelas y los guarda como tesoros, a ella se los deja para que haga dibujos que luego él fecha. “No tengo costumbre de fechar casi nada, pero los dibujos de la niña sí”, dice.Bernardo PérezEsquema de Balma, ciudad de sombras. Este es el plano que Díez ha seguido para 'La soledad de los perdidos'. Para el autor es indispensable que los cuadernos sean siempre de hoja blanca. “La página en blanco me motiva”. Aunque nunca ha sido coleccionista, “soy poco urraca”, bromea, cuenta que una vez perdió uno e hizo todo lo posible para encontrarlo, no se pudo. “Cuaderno perdido novela perdida”, confiesa pesaroso.Bernardo PérezEn un armario del salón con figuritas familiares guarda algunas condecoraciones, una es de su padre, al que nombraron Hijo Adoptivo de Villablino, también está la suya como Hijo Predilecto de su pueblo, la medalla del Premio de la Crítica de Castilla y León y la de Doctor Honoris Causa de la Universidad de León. Para el académico son recuerdos, forman parte de su memoria.Bernardo Pérez'El Guardian de las ruinas' es un libro de artista que hizo junto a su hermano, el pintor y escultor Antón Díez. Es el primero de una colección, 'Libros en el desván', que pretenden sacar poco a poco. El escritor hace los textos y el pintor las ilustraciones, igual que cuando eran niños: él escribía cuentos, su hermano los pintaba y luego los vendían. El nombre de la colección alude al lugar de juegos de su infancia en el piso más alto de la Casa Consistorial donde trabajaba su padre.Bernardo PérezEscultura de barro de Antón Díez, hermano del académico. Luis Mateo Díez guarda piezas de cerámica de la primera época del artista. Esta pieza la hizo cuando estaba aprendiendo el oficio de alfarero en Jiménez de Jamuz (León).Bernardo PérezFiguritas de porcelana que pertenecieron a los bisabuelos de la esposa de Luis Mateo Díez. Tienen más valor sentimental que económicol. Forman parte de la familia, “siempre han estado aquí” dice el académico que cuenta como a esta escena musical le falta el violín de la dama y parte de la flauta del caballero, fruto del paso del tiempo.Bernardo Pérez