6 fotosCaminos a la escuelaUna exposición reúne imágenes que demuestran el coraje de millones de niños para poder llegar puntuales al colegio y luchar por un futuro mejor 11 sept 2014 - 00:05CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceVivir en un país en conflicto armado complica, y mucho, el acceso a la educación. Amal al Torchani tiene 11 años y vive en Misrata (Libia). Cuando fue tomada esta imagen su recorrido hasta el colegio estaba marcado por los combates. Su hermano Salem encontró en el camino un objeto redondo con el que se puso a jugar como si fuera una pelota. La explosión mató a su primo Ali y a su hermana mayor Omasad. Amal lo presenció y desde entonces tiene pánico ante cualquier ruido parecido a una explosión. Todas las mañanas Amal, sus hermanos y primos, que viven en la casa de al lado, suben a un destartalado autobús camino de la escuela Abdalah Ben Abbas que, a causa de la destrucción de muchos centros, tuvo que doblar el número de alumnos.Olivier Jobard (SIPA) ((SIPA))Mae Sot es un importante puesto fronterizo entre Tailandia y Myanmar (Birmania) donde se concentran refugiados e inmigrantes. Wai Wai Htun es la menor de seis hermanos de una de las familias que llegaron a este enclave en 2012 en busca de trabajo después de que el ciclón Nargis destruyera su casa en Myanmar. Como es la pequeña, su madre quiere que se centre en los estudios. Cada día camina 40 minutos hasta la parada del somlot (rickshaw a motor). Forma parte del segundo grupo de estudiantes. El profesor Thi Ha los recoge. “Si no lo hiciera, el 50% no vendría”, asegura.Nicholas Axelrod ((SIPA))Alicia (13 años, a la izquierda de la imagen) y Kelly viven en pleno corazón del parque amazónico de la Guayana Francesa, en la frontera con Surinam. Ambas van al mismo centro, el Collège de Gran Man Difou, en Maripasoula. Las dos utilizan la piragua, el principal medio de transporte de la zona, para llegar desde sus respectivas casas al colegio. Para muchos estudiantes, como Alicia y Kelly, el camino hasta la escuela significa cruzar la frontera dos veces cada día.Théophile Trossat ((SIPA))Wyalkatchem o Wylie, como la conocen sus habitantes, es una pequeña localidad de Australia situada a 194 kilómetros de Perth. En la zona, remota y alejada, sólo viven 15 niños que dependen del autobús para llegar a su escuela. Dos horas y 180 kilómetros de recorrido, la mayoría de ellos por tramos sin asfaltar, que realizan dos veces cada día en el vehículo que conduce John O’Grady, de 70 años, un antiguo miembro de la Marina Real Británica que trabajó mucho tiempo en la minería en Australia y que ahora dice convencido que éste “es el mejor empleo del mundo en uno de los lugares más asombrosos”.David Dare Parker ((SIPA))Nichole Sobecki (SIPA)La ciudad japonesa de Higashimatsushima sufrió los efectos del tsunami de 2011: quedó destruida en un 63%. El ferrocarril directo no funciona y sólo una escuela quedó en pie, pero alberga a voluntarios y oficinas. Allí se reúnen los niños para después acudir a diversas instituciones de enseñanza. Hiroki Ono nació en esta ciudad, vive desde el 11 de marzo de 2011 en una vivienda temporal levantada en un campo de béisbol. Antes tardaba 25 minutos en llegar a su colegio, ahora debe coger la bicicleta, un tren y caminar hasta su nuevo centro educativo.Nicolas Datiche (SIPA)