10 fotosCámaras en el frenteLas imágenes que sacaron los combatientes de ambos bandos en la Gran Guerra muestran otra cara del conflicto, desde fotos turísticas entre ruinas, hasta fotos trofeo.Andrea Aguilar27 may 2014 - 12:30CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLas llamadas “fotos trofeo” sacadas para humillar y degradar al enemigo, son tan viejas como la presencia de cámaras en el frente. En la Primera Guerra Mundial tuvieron gran difusión, convirtiéndose en un fenómeno viral. Esta foto postal fue sacada en el frente del este, entre 1915 y 1916, y muestra a un grupo de soldados alemanes cargando los cadáveres de combatientes franceses y británicos, una funesta premonición de las imágenes de pilas de cuerpos que vendrían con la Segunda Guerra Mundial, como apunta el coleccionista y especialista en fotografía de guerra, Dr. Bodo von Dewitz.©Colección particular Dr. Bodo von DewitzEn esta foto postal cuyo autor es anónimo, un grupo de soldados alemanes posan en una trinchera de la Gran Guerra en 1915. El gobierno alemán animó tanto a soldados como a civiles a que documentaran gráficamente el conflicto, y así lo hicieron usando mayormente cámaras de placas de cristal. Pensaban que el conflicto sería un momento triunfal y victorioso. Tras las exitosas campañas de 1870, imperaba un espíritu eufórico al comienzo de la guerra, pero en 1916 comprendieron que la fotografía podía dar información valiosa al enemigo, y trataron de ejercer un mayor control sobre las imágenes.© Colección particular Dr. Bodo von DewitzEn el frente de Ploegsteert, en Bélgica, los soldados de ambos bandos detuvieron el combate, fumaron juntos y se sacaron fotos. Ésta es una de las instantáneas que los soldados tomaron durante la mítica Tregua de Navidad de 1914, una prueba irrefutable de que realmente se celebró. Los suvenirs fotográficos llegaron a la prensa internacional, y los Gobiernos comprendieron rápidamente que debían ejercer un control más férreo sobre las cámaras de la tropa.Imperial War Museum (Q11745)Foto postal anónima, fechada el 24 de mayo de 1918, de un soldado alemán frente a un molino destruido en el frente del oeste. El elemento turístico, inherente a la fotografía popular, fue una constante también en la Gran Guerra. Para muchos soldados de ambos bandos el conflicto supuso su primer viaje al extranjero, y en sus días libres no renunciaban a visitar y sacarse fotos, aunque fuera frente a paisajes ruinosos.© Colección particular Dr. Bodo von DewitzFotografía procedente del álbum personal del fotógrafo australiano Frank Hurley, depositado en la Colección del Art Gallery de Ontario. Hurley (1885–1962), fue destinado al frente del oeste como fotógrafo oficial en 1917 y era conocido el "fotógrafo loco", por su tenacidad y valentía a la hora de buscar las imágenes, armado con su cámara. Las dificultades técnicas le llevaron en alguna ocasión a organizar fotos compuestas, algo que fue muy polémico. Su álbum privado consta de 153 imágenes.Copyright Art Gallery of OntarioFoto postal anónima que muestra soldados británicos caídos en el frente de batalla entre 1916 y 1917. Tras un primer periodo en el que la mayoría de las fotografías de los soldados alemanes respondían al esquema clásico del posado con uniforme, según avanzó la guerra se pasó a las trincheras, al enfrentamiento cara a cara con la muerte. En esas imágenes el coleccionista y especialista, Dr. Bodo von Dewitz aprecia un tono vouyerista, acorde con los valores victorianos de la moral imperante en el periodo inmediatamente previo al estallido de la guerra.© Colección particular Dr. Bodo von DewitzImagen procedente de un álbum anónimo, que muestra la librería de Chauny. El pie de foto dice: “La casa fue destruida tras la retirada a la posición de Siegfried en marzo de 1917”. Los soldados crearon numerosos álbumes durante y después de la guerra. Muchos de éstos libros de fotos privados, y millones de imágenes sueltas, fueron cedidas a colecciones de instituciones públicas. En Alemania cerca de 200 cuentan en sus fondos con instantáneas de los soldados de la Primera Guerra Mundial.©Colección particular Dr. Bodo von DewitzLa confraternización entre soldados durante la Primera Guerra Mundial quedó ampliamente documentada en las fotografías que los combatientes sacaron con sus cámaras. En esta imagen fechada el 16 de octubre de 1914, franceses y británicos juegan a las cartas en la terraza de un café en Braisne (Francia).© Imperial War Museum (Q17027)Los museos y archivos en torno a la Gran Guerra arrancaron mientras el conflicto se desarrollaba. El gobierno alemán animó desde el principio, tanto civiles como a militares, a que documentaran con sus cámaras lo que esperaban que fuera un momento único y triunfal. Muchas de esas instantáneas fueron coleccionadas y donadas. También en el bando aliado hubo iniciativas en este sentido, por ejemplo, la creación del Imperial War Museum en Londres en 1917. Esta foto, fechada en septiembre de 1917, muestra una sala del Museo de Suvenirs de Guerra, montada en el Chateau de Bucamps.© Imperial War Museum (Q 17027)Esta doble página procede del álbum del piloto austriaco Kosch. La yuxtaposición de imágenes es uno de los rasgos más estremecedores de estos álbumes de soldados, que como los familiares, no fueron hechos para su exposición pública. Junto a la foto superior izquierda Kosch escribió el nombre de Battisti. Célebre “irredenti” italiano, Cesare Battisti, nació en Trento, ciudad mayoritariamente italiana que estaba bajo el dominio del Imperio Austro-Húngaro. Battisti estudió en la Univeridad de Florencia, y fue una destacada figura en el movimiento que luchaba por la anexión de su tierra a Italia. Al estallar la Primera Guerra Mundial él se unió al frente italiano para combatir contra el Imperio Austro-Húngaro. La fotografía de su ejecución fue una imagen trofeo que alcanzó gran difusión.© Colección particular Dr. Bodo von Dewitz