9 fotosEsclavas domésticasLas empleadas del hogar carecen casi por completo de derechos en Líbano.Matthew Cassel10 feb 2014 - 09:57CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEn el dormitorio que tiene reservado en la casa donde trabaja, esta empleada filipina muestra el retrato de su hija, a la que no ve desde hace dos años.Matthew CasselEl balcón es uno de los métodos que tienen las empleadas del hogar del Líbano para comunicarse, ya que muchas tienen prohibido salir de casa.Matthew CasselLas empleadas filipinas tienen más formación y son más caras. Una de ellas limpia un espejo en la casa libanesa donde trabaja.Matthew CasselEl trámite para 'importar' a cada empleada cuesta 2.000 euros en concepto de gastos de viaje y permisos.En la imagen, tres trabajadoras filipinas hacen un descanso en el trabajo.Matthew CasselEl domingo es el único día que la mayoría de las empleadas tiene libre. Lo suelen aprovechar para comer juntas.Matthew CasselUna empleada nigeriana señala su foto preferida en el dormitorio que ocupa en la casa libanesa donde trabaja.Matthew CasselEl gentilicio se usa como sinónimo de empleada y ha llegado a convertirse en el enunciado de una categoría. Referirse a una "filipina" o a una "esrilanquesa" marca el status del hogar.Matthew CasselCasi una tercera parte de las empleadas domésticas que trabajan en Líbano son etíopes, nacionalidad de la trabajadora que limpia en la imagen.Matthew CasselMuchas inmigrantes prácticamente no pueden salir de la casa donde están empleadas, allí comen, trabajan y duermen.Matthew Cassel