Grecia y su fútbol ultradefensivo protagonizaron la Eurocopa de 2004. Ni las críticas de los exquisitos por su juego ni el escaso nombre de sus estrellas, con Karagounis y Charisteas al frente, hicieron resentirse a un plantel que fue pasito a pasito y con apenas goles avanzando hasta plantarse en la final. Nada menos que ante el anfitrión. Nada más que ante Portugal, con mucho más juego, tradición y jugadores.La cabeza de Charisteas, autor del único gol a la salida de un saque de esquina, fue suficiente para pasar a la historia del fútbol y para algo más importante hacer felices a millones de griegos incrédulos ante sus nuevos héroes. El estadio Da Luz se quedó mudo. Por allí andaba un jovencísimo Cristiano Ronaldo, que acabó llorando desconsolado, pero aquel Portugal era el Portugal de Figo y Deco. ¿Y España? Peor que nunca la selección de Iñaki Sáez no pasó de la fase de grupos.
El estadio Da Luz de Lisboa fue testigo de la mayor decepción del fútbol portugués. Los anfitriones llegaron a la final tras derrotar a Holanda en semifinales y Grecia lo hizo tras superar a la República Checa. La cita definitiva volvía a reunir a griegos y portugueses que habían quedado encuadrados en el grupo A junto a España y Rusia. El partido inaugural y la final repitieron protagonistas y ganador: el rocoso grupo de Rehhagel (en la imagen celebrando la victoria ante la desolación de Deco).REUTERSCristiano Ronaldo, por entonces una estrella en ciernes de apenas 19 años, llora la derrota de su selección ante Grecia. Era su primer desafío a nivel internacional y la gran oportunidad perdida para la generación liderada por Figo, uno de los veteranos del grupo de Scolari con 32 años.AFPEra la eliminatoria de cuartos de final entre Portugal e Inglaterra. El encuentro llegó a la tanda de penaltis y Beckham mandó el primer lanzamiento inglés por encima del larguero y su selección acabó eliminada. Aquel balón Roteiro escapó pronto del anonimato de la grada. El gallego Pablo Carral lo cazó al vuelo y lo subastó por Internet. Alcanzó un precio final de 28.050 euros, después de 97 pujas en 10 días en la subasta en eBay. “Esperaba algo más de dinero”, declaró Carral.AFPGrecia quedó en el álbum de la Eurocopa como el campeón menos vistoso de la historia del torneo, pero por el camino dejaron a España, Rusia, Francia, República Checa y Portugal. El principal referente del fútbol luso, Eusebio (a la izquierda de la imagen), no pudo ocultar su decepción en medio de la celebración griega.EFEYa tenía en su currículum el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000. Zidane se despidió del torneo en cuartos de final en lo que parecía el ocaso de una generación (tras la mala actuación también en el mundial de 2002), pero apenas dos años más tarde, los 'bleus' tiraron de galones y se plantaron en la final del Mundial de Alemania 2006. La expulsión tras su cabezazo a Matterazzi puso el epílogo definitivo a su carrera.AFPOtra decepción para España. Esta vez, la selección española entrenada entonces por Iñaki Sáez no alcanzó ni siquiera las eliminatorias y se despidió en la primera fase tras caer ante la anfitriona en el encuentro decisivo. Sáez dirigió a España en 23 partidos con un balance de 15 victorias, seis empates y dos derrotas. En la imagen, Helguera y Juanito se lamentan por el gol de Nuno Gomes, que corre a festejarlo igual que Maniche.EFE