Más desahucios pese a la nueva ley
La banca se queda con casi 50.000 viviendas por impago, un alza del 11% frente a 2012 Los acuerdos y las daciones en pago pierden peso tras el cambio normativo
La peor crisis que ha sufrido España en más de medio siglo deja un reguero de historias con nombre propio entre las que los desahucios ocupan un lugar destacado. Durante el pasado año, 38.961 familias perdieron su vivienda habitual por no pagar la hipoteca, según los datos que publicó este lunes el Banco de España. La cifra, que se incluye dentro de otra más amplía que son las cerca de 50.000 viviendas, incluidas segundas residencias, que han pasado a manos de la banca en 2013 por los mismos motivos, constata que, de momento, ni la nueva ley hipotecaria ni el fin de la recesión han atajado por ahora el fenómeno.
Frente a 2012, el balance del organismo que dirige Luis Linde muestra un avance del conjunto de las entregas del 11%. En el caso de los desahucios realizados sobre primeras viviendas, la cifra revelada por las propias entidades al supervisor prácticamente iguala a la de un año antes. Y eso pese a que desde mayo está en vigor la nueva ley hipotecaria que, en teoría, iba a frenar las ejecuciones al aplazar los lanzamientos en las familias más vulnerables.
A este respecto, la nueva normativa tampoco ayudó a fomentar los acuerdos entre hipotecados y entidades y que concluyen en lo que el Banco de España denomina entrega voluntaria. Según la estadística, bajan un 9,1% hasta los 17.907 procesos, con lo que su peso relativo frente al total de desahucios de primera vivienda baja del 50% de 2012 al 46% a lo largo de 2013. El resto fueron las 21.054 ejecuciones dictadas por la justicia. En la mayor parte de los casos, los hipotecados habían dejado ya vacía la vivienda en el momento de la entrega judicial, pero en 1.668 desalojos de la vivienda habitual (y en 392 de otras viviendas) aún estaba ocupada. La policía solo intervino en 147 casos (93 de ellos correspondientes a vivienda habitual), menos de la mitad que en 2012.
Una de las opciones reclamadas desde colectivos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y otros movimientos sociales, ha sido la dación en pago, que tampoco avanza al quedarse fuera de la ley y ser una mera recomendación tras los cambios normativos del Ejecutivo. Así, la posibilidad de saldar la deuda con la entrega de la vivienda solo se alcanzó en una de cada tres ejecuciones (33%), menos que el porcentaje del 38% computado en 2012.
Desde el sector financiero, un portavoz de la patronal AEB destacó precisamente la capacidad de acuerdo que ha demostrado la banca pese a la escalada de la morosidad en las hipotecas, que está en el 5,67%.
Frente a esta cifra, recordaron que los desahucios apenas representan el 0,77% de las hipotecas, lo que significa que “las entidades facilitan soluciones a ese 5% de deudores” que no pagan. Entre ellas, desde la asociación aseguran que los bancos y antiguas cajas “están dejando vivir por un módico alquiler” a las familias desahuciadas, aunque todavía no cuentan con estadísticas que refrenden esta tesis.
Desde la PAH, sin embargo, no ven ningún motivo para el optimismo. “Son unas cifras alarmantes sin comparación en toda la UE”, denunció Lucía Martín, una de las portavoces de la plataforma. En su opinión, el hecho de que no se hayan reducido de forma drástica los desahucios constata que la nueva norma “no ha tenido ningún efecto positivo” ya que, según argumentó, “solo busca las refinanciaciones”. La PAH, asimismo, arremetió contra el fiasco que, para ellos, ha supuesto el fondo social de viviendas y que, frente a un parque de 6.000 casas vacías apenas ha dado alojamiento a unas 800 familias.
La asociación de usuarios de banca Adicae, por su parte, puso el foco en que “un 26% de las 17.907 entregas voluntarias de viviendas en 2013 conllevan el mantenimiento de deudas perpetuas tras la pérdida del inmueble”, lo que condena a los afectados de por vida.
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