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Tentaciones
Reportaje:MÚSICA

Auge, caída y ¿auge? de Rakel Winchester

Triunfó fugazmente con su flamenco punk trufado de tacos. Los mismos que al final le cerraron las puertas. La cantante cordobesa reclama otra oportunidad.

En Córdoba hay una ingeniosa alternativa a El Cobrador del Frac. Se llama El Torero del Moroso, y ya se pueden imaginar cómo va vestido el que persigue al deudor. "No le tengo miedo", explica Rakel Winchester. "Si un día viene a buscarme, me pondré una bata de cola, me agarraré de su brazo y verás qué buena pareja hacemos".

Lo cierto es que esta cordobesa de 38 años anda con la mosca detrás de la oreja con el tema monetario. Todo porque, cansada de convertirse en una cantante "invisible", decidió en 2007 meterse "hasta el cuello" en un crédito para grabarse su segundo disco. Un crédito que aún paga, a duras penas, currando en un bar de Córdoba. "Fíjate si soy invisible que hasta cuando cierro el garito por la noche, la gente se me cuela. Pasan de mí. Pues así en todo".

"Hay mucho prejuicio. Los hombres pueden decir 'coño', pero si lo digo yo...malo"

Recapitulemos. Raquel Riquelme, alias Rakel Winchester, publicó en 2004 su lúcido debut Vale, Montoya no soy, de aires flamencos, pop divertido y punk deslenguado. Al frente, El marío de la cannisera, una graciosa fábula sobre payos, gitanos, fimosis y carniceras cornudas. Chorrearon mis bragas cuando le agarré el trasero, cantaba. Llegó el éxito, pero también el precipicio: "Fue mi salvación y mi soga", explica desde su casa, que comparte con su chico, dos gatos, un perro, dos chinchillas y un galápago. "La escribí con 18 años y ahora tengo 38. Ya está bien. Se sacó de contexto y quedó la anécdota: los tacos. En realidad era un mensaje de integración. Dijeron que me reía de los gitanos y era lo contrario. Los gitanos, como mi chico, fueron los primeros que la entendieron".

En 2004 cierra su discográfica y Rakel pasa a una multinacional. "No me cogían el teléfono. Yo no me iba a enfadar..., pero no me decían nada". Por fin consigue su carta de libertad y graba por su cuenta unas maquetas que gracias al estudio de unos amigos ? al crédito?se convierten en 2008 en Rutina matrimonial, un segundo disco lleno de buenas canciones e ingenio. "Pero no me quedó un duro para la promoción. Lloré mucho mientras veía que se me cerraban las puertas. Cada vez hay más prejuicios. Los hombres pueden decir 'coño', como Los Morancos, pero si lo digo yo... malo". El lenguaje descarnado que utiliza con humor le ha cerrado las puertas de la televisión ("no cuadro por lo del horario infantil") y del directo. "En Córdoba no me llaman ni para conciertos benéficos y yo lo que quiero es tocar. Y que conste que me gusta ser camarera. Pero odio limpiar los baños". Mientras tanto, Rakel prepara un libro donde famosos dibujantes ilustran las aventuras que relata en eltxotxolabennarda.blogspot.com y sigue dando esquinazo al torero de los morosos con mucho arte.

Rakel Winchester se hizo famosa en 2004 con su pelo rojo, sus escotes ajustados y sus enormes plataformas.
Rakel Winchester se hizo famosa en 2004 con su pelo rojo, sus escotes ajustados y sus enormes plataformas.

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