_
_
_
_
Reportaje:Mundial de baloncesto 2006

El despegue del 'otro' Gasol

Marc olvida su discreto año en el Barça y sus problemas de peso

Robert Álvarez

Marc Gasol se sienta a un lado de la pista del Green Arena de Hiroshima y mete su pie derecho en un cubo de hielo. Nada importante. El desgaste físico propio de un pívot de élite. Marc se siente estos días en Japón más importante y valorado que durante los últimos meses, en los que apenas ha disfrutado de minutos de juego en el Winterthur Barcelona. Desde que su hermano Pau emergió como figura en el Barça y la NBA, Marc ha tenido que asumir el riesgo de ser visto únicamente con esa perspectiva, a la sombra, despersonalizado, jamás juzgado estrictamente por sus evoluciones en la cancha de juego. Su carrera, además, ha estado llena de escollos; básicamente, por su tendencia a coger un peso excesivo para sus 2,15 metros de estatura.

"Nadie le ha regalado nada. Posee un potencial muy elevado", dice su hermano Pau
Más información
"Cuando las cosas vayan mal, sabremos qué hacer"

Su talento y su tenacidad se han combinado esta vez con la fortuna. La baja por lesión de Fran Vázquez propició que fuera convocado por Pepu Hernández. Después logró pasar la criba de los descartes en detrimento de Trías y Hernández Sonseca y, ya en Japón, la lesión de Felipe Reyes le ha facilitado la tarea de competir con cierta asiduidad. A sus 21 años, es una de las esperanzas como relevo a medio plazo de la generación de los júniors de oro, la de su hermano.

"Es la segunda vez que llega a una de nuestras selecciones como invitado y se queda", constata Ángel Palmi. El director deportivo de la federación española explica que hace cuatro años, en una convocatoria para la selección sub 20 en Zamora, a Marc ya le sucedió lo mismo. "Pesaba 150 kilos cuando llegó, pero hacía cosas que no se enseñan porque posee un talento natural. Eso sí, se moría simplemente andando". Era cuando Marc vivía en Memphis con toda su familia, siguiendo los primeros pasos de Pau en la NBA. Marc jugaba en el Lausanne Collegiate. Después regresó al Barcelona: "La pasada temporada me convencí de que tenía que rebajar peso. El cuerpo es una máquina que debe estar a punto si quieres ser deportista profesional. Cuando estaba en Estados Unidos, pesaba 140 kilos y el año pasado pasé de 132 a los 120 que peso ahora".

A pesar de que físicamente se puso a punto, la última temporada apenas jugó. Su entrenador, Dusko Ivanovic, suele afirmar que confía en él, pero no le dio muchos minutos de juego. Hace sólo unos días se consumó su cesión al Akasvayu Girona para las dos próximas. "Salgo del Barcelona con la cabeza muy alta. Podía haber jugado más. De hecho, mi manera de jugar no ha cambiado nada. Estoy haciendo lo que sé y lo que me dice el entrenador. Si me pide que me pegue contra una canasta, me pegaré contra una canasta. Tengo calidad para anotar, pero cada uno debe cumplir con su misión", dice Marc.

Pepu Hernández, el seleccionador, admite que, de no haberle convocado, Marc corría el riesgo de perderse como jugador de alto nivel debido a las dificultades que ha atravesado en la Liga ACB. "Lo primero que le estoy pidiendo es lo más básico en la defensa, en el rebote, en los bloqueos... Haciendo eso bien, sus compañeros le buscarán en el ataque", dice; "Marc ha visto la luz después de una temporada difícil y me hace especial ilusión cómo está respondiendo porque es joven y también trabajamos para el futuro".

Pau Gasol ya esperaba la eclosión como jugador de alto nivel de su hermano: "Lo está aprovechando. Nadie le ha regalado nada, en contra de lo que se pueda pensar. Posee un potencial muy elevado, pero la pasada temporada, por problemas de lesiones o enfermedades, no ha tenido continuidad. Ahora se encuentra físicamente bien y está aprovechando su oportunidad".

Palmi recuerda que cuando los júniors de oro, el equipo que ahora forma el núcleo de la selección absoluta, disputaban el Mundial de su categoría en Lisboa en 1999, Marc, un niño que seguía con su familia las evoluciones de su hermano, en vez de acudir a presenciar los partidos, se quedaba practicando en unas canastas instaladas junto al pabellón. Ahora ya compite junto a su hermano y en la selección está apuntando que puede ser un jugador fundamental en los próximos años.

Marc Gasol.
Marc Gasol.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_