Los sindicatos denuncian desde 2000 la falta de seguridad en el metro de Valencia
La instalación de balizas de frenado en la línea 1 ha centrado parte de las reclamaciones
Los sindicatos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) han reclamado durante seis años mejoras de seguridad en la línea 1 del metro de Valencia, donde el día 3 de julio un descarrilamiento causó la muerte de 42 personas. Ayer, UGT acreditó advertencias de la necesidad de introducir medidas de seguridad en el trazado desde 2000. Mejoras que en parte se introdujeron tras un accidente en 2005, con la instalación de algunas balizas de frenado automático. Ninguna de ellas se colocó en la curva donde ocurrió el siniestro, pese a que los maquinistas las reclamaron en puntos previos a todas las curvas.
La actitud de la Generalitat en los últimos días en relación con el accidente de metro de la semana pasada en la estación de Jesús ha levantado indignación en los representantes de los trabajadores. Los sindicatos no están dispuestos a que la responsabilidad de la tragedia recaiga sobre el maquinista que conducía el convoy, fallecido también en el accidente, ni en el Comité de Seguridad en la Circulación por no denunciar la inseguridad de la curva, como sugirió el consejero de Transporte, José Ramón García Antón, durante el debate en las Cortes Valencianas del martes.
Ayer, en rueda de prensa, UGT-PV defendió la presentación "de forma sistemática" de denuncias en materia de seguridad por parte de su sección sindical en la empresa pública y también de forma conjunta con otros sindicatos. La primera de estas peticiones acreditada ayer data de marzo de 2000, cuando la sección sindical de UGT en FGV pidió la creación "urgente" de una comisión de investigación ante la "falta grave de seguridad en la circulación en la línea 1".
En un segundo escrito, UGT y CC OO trasladaron en octubre de 2003 a la gerente de FGV, Marisa Gracia, una queja de los maquinistas de ambos sindicatos en la que piden la resolución "inmediata" de los déficit de seguridad y citan expresamente el sistema FAP, instalado en la línea 1. FGV defendió en su respuesta las "cuantiosas inversiones" realizadas y "los altos niveles de seguridad".
El punto de inflexión en reivindicaciones y concesiones se produjo tras el accidente registrado el 9 de septiembre de 2005 en Picanya, donde se vieron implicados tres trenes de la línea 1 y en el que se registraron 42 heridos, dos de ellos graves.
En una reunión extraordinaria del Comité de Seguridad del 15 de septiembre se decidió instalar una baliza previa a la señal implicada en el accidente. El acta de aquella reunión recoge que la dirección de FGV considera más versátil el sistema de frenado automático (FAP) que el ATP (más sofisticado y que ahora pretende implantar). "A nivel de disponibilidad presupuestaria siempre es más sencillo realizar mejoras o migraciones a versiones superiores que sustituir sistemas completamente", alegó la empresa.
Cinco días más tarde, el colectivo de maquinistas reunido en asamblea recordó que la dirección había anunciado la colocación de balizas antes de todas las señales situadas en curva. Los maquinistas exigieron la instalación de balizas en todas las señales.
La petición fue tratada una semana después, el 27 de septiembre, en otra reunión extraordinaria del citado comité. La empresa y los sindicatos mantienen discrepancias sobre lo que se acordó entonces. Ayer, la gerente de FGV aseguró que desde entonces se han colocado "cuatro o cinco balizas" adicionales, si bien insistió en que el acuerdo no hacía referencia a la colocación de una baliza entre las estaciones de Plaza de España y Jesús. Los sindicatos, sin embargo, afirman que el acuerdo recogía la instalación de estas balizas previas en todas las señales, excepto las de salida y las de maniobra.
Marisa Gracia anunció que llevará mañana viernes a la reunión del Comité de Seguridad en la Circulación propuestas para mejorar la línea 1, si bien evitó concretarlas. "Se incorporarán las que se consideren necesarias"
El secretario general de UGT-PV, Rafael Recuenco, explicó ayer que la última petición de reunión al consejero de Infraestructuras se hizo el 30 de marzo de este año y criticó que el accidente se haya producido sin que la reunión se haya convocado. "Sus prioridades no estaban en reunirse", criticó. El líder valenciano de UGT lamentó que no se hayan tomado todavía nuevas medidas en este trazado desde el accidente y aprovechó para reclamarlas de inmediato. Medidas que considera que deben implantarse este mismo año y no en el horizonte de 2010, como contempla el plan elaborado por FGV para modernizar la línea accidentada. En su opinión, la línea no debería estar en funcionamiento.
Recuenco insistió en que el accidente se podría haber evitado, solicitó la "depuración de responsabilidades" y se mostró muy crítico con la actitud del Consell de atribuir la responsabilidad al maquinista. El sindicalista lamentó el comportamiento de la Generalitat ante el fatal accidente, su incapacidad para asumir responsabilidades y "la prepotencia" que les lleva a defender que "todo lo hacen bien". UGT y CC OO estudian hoy movilizaciones.
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