_
_
_
_
Entrevista:Amos Lee | MÚSICA

"Apenas hay melodías decentes en la radio"

Su primer compacto ha sido comparado con el disco de debut de Norah Jones (Come Away With Me). No en vano, Amos Lee ha contado con la propia Norah cantando y tocando el piano en dos de los cortes del álbum y con el novio de ella, Lee Alexander, produciéndolo y tocando el bajo. Nacido en Filadelfia hace 27 años, Amos Lee apuesta por los sonidos setenteros: del primer soul al último folk-rock sin paradas intermedias.

PREGUNTA. La crítica no acierta a situarle en ninguna categoría.

RESPUESTA. Es que, realmente, no me ajusto a ninguna. Si tuviera que elegir, diría que soy un cantante folk, o un cantautor, ésa es la línea con la que más me identifico, la de John Prine o James Taylor.

P. Quienes ahora le descubren, se preguntan dónde ha estado metido todo este tiempo.

R. Mi sueño, de joven, era llegar a ser profesional del baloncesto, hasta que me di cuenta de que nunca llegaría a ser realmente bueno. Para entonces ya tocaba la guitarra, me gustaba cantar y componer y terminé por contactar con un grupo de cantautores con los que me reunía, cantábamos en tugurios... al tiempo, me ganaba la vida trabajando como camarero y cantando en los descansos.

P. Resulta curioso que fuera un sello especializado en jazz el que se fijara en usted aunque, escuchándole en ]]>Dreamin', da la impresión de que el jazz no le resulta indiferente en absoluto.

R. Naturalmente, me encanta el jazz. De joven, estuve empleado en el departamento de jazz de una tienda de discos, vendía sobre todo elepés antiguos, piezas de colección, y de ahí me viene un cierto gusto por la estética clásica del jazz. De hecho, uno de mis cinco discos preferidos son las grabaciones del Village Vanguard, de John Coltrane.

P. ¿Los otros cuatro?

R. Hill, de Bill Withers; Harvest, de Neil Young; el primero de John Prine, y One Man Dog, de James Taylor. Escucho de todo, música folk, jazz, soul, rock antiguo y de ahora...

P. Las canciones del disco provienen de sus tiempos en la bohemia, presumo.

R. En realidad, el disco contiene tanto canciones antiguas como nuevas. Había que elegir un número de canciones que fueran lo más variadas posibles, descartamos las que no funcionaban o resultaban demasiado parecidas entre sí y, al final, nos quedamos con las 11 que lo componen.

P. Sus canciones hablan de soledad, de nostalgia...

R. Es que, llegado a cierta edad, uno se vuelve reflexivo.

P. Es cierto que parece haber recorrido un largo camino sin tener siquiera un disco en el mercado. De hecho, ya ha cantado ante miles de personas, delante de Bob Dylan o BB King.

R. Si le soy franco, el hecho no me produjo ninguna sensación en especial, salvo que estar delante de miles de personas te obliga a adaptar tu repertorio eliminando las canciones más íntimas. Pero, aparte de eso, no hay gran diferencia entre cantar ante cien o ante cinco mil personas. Para mí tuvo un significado mucho mayor cuando canté delante de Mose Allison en un local de Nueva York, pero es que Mose es una de mis referencias en la música, un verdadero maestro. Por lo demás, tampoco es que tuviera demasiado contacto con él, como no lo tuve con Dylan o con BB King. Me saludó cortésmente, nos dimos la mano y poco más.

P. Deduzco que su próxima actuación en el Festival de Jazz de San Sebastián delante de Joe Cocker tampoco le pone nervioso.

R. Pues no especialmente. Lo que realmente me importa es que será mi primera toma de contacto real con el público en este país y me gustaría dejar una imagen precisa de mi música.

P. En su disco cuenta con la colaboración de Norah Jones tocando el piano y cantando. Hay quien ve en usted a su encarnación en masculino.

R. Es algo que no me molesta en absoluto. Norah es una buena amiga y un gran músico, nos compenetramos. Fue su manager quien le hizo llegar una demo mía y luego ella me llamó para seguirla en una gira por Europa, Estados Unidos y Canadá.

P. Ahora le queda lo más difícil: cantar las mismas canciones una y otra vez, lo que es el mejor método para odiarlas.

R. Por eso mismo, creo en la necesidad de abrochar perfectamente las canciones. Si me da a elegir entre la letra y la música me quedo con las dos, diría que la una lleva a la otra aunque, normalmente, compongo primero la letra y luego la música. Pero siempre, que la letra signifique algo, y la música, que tenga la enjundia necesaria. Lo que ocurre es que hoy en día apenas puedes escuchar una melodía medio decente por la radio.

Amos Lee actúa el 25 de julio en el Festival de Jazz de San Sebastián.

El cantante estadounidense Amos Lee.
El cantante estadounidense Amos Lee.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_