La producción audiovisual inunda la bienal de Venecia
Mariko Mori y los pabellones de Nueva Zelanda y España apuestan por nuevos medios - Packer documenta por Red su apropiación del pabellón estadounidense
La 51ª edición de la Bienal de Venecia concentró en lo audiovisual toda la experimentación vinculada a las nuevas tecnologías. Vídeos, películas y proyecciones producidas con los recursos más sofisticados se multiplican tanto en las exposiciones oficiales como en los pabellones nacionales.
De todas las obras seleccionadas por las dos comisarias, las españolas María Corral y Rosa Martínez, tan sólo una está basada en un software: Wave Ufo, una instalación de la artista japonesa Mariko Mori, que combina estética pop, iconografía oriental, conceptos new age y alta tecnología.
La obra, que se basa en la idea de que todo está interconectado, ofrece una "experiencia sensorial más allá del arte, que se desarrolla en una escultura monumental de arquitectura biomórfica". Tras aplicarse una serie de electrodos en la cabeza, los visitantes son invitados a entrar en una especie de nave espacial, donde se les conecta con un programa que convierte sus impulsos cerebrales en animaciones gráficas de colores pasteles que se visualizan en el techo del espacio.
De la representación tecnológica del nirvana budista de Mariko Mori, a la propuesta política de la joven taiwanesa Hsin-i Eva Lin que propone una net instalación titulada De-Strike que, con la simulación de una huelga, intenta involucrar al público en su reflexión sobre el trabajo del artista.
A través de la interfaz on line y gracias a un sistema de webcam, el visitante puede decidir si quiere interactuar o participar, convertiéndose en vigilante o vigilado de esta acción que se prolongará hasta la clausura de la bienal en noviembre. La propuesta se enmarca en la tradición de activismo antibienal que ha caracterizado esta manifestación desde la década de 1920. La iniciativa más espectacular ha sido el intento de reapropiación del Pabellón de Estados Unidos por parte de Randall Packer. Apoyando su reivindicación en el espíritu del fundador del pabellón Walter Clark y en nombre de un misterioso Departamento de Arte & Tecnología, Packer ha interrumpido la inauguración de las pinturas de Ed Ruscha, acompañado por una pareja de guerreros del Mars Pavillon, procedentes de un centro cultural ocupado. Toda la acción está en Internet, junto a un Tour Situacionista.
El colectivo neozelandés Et. con el proyecto The Fundamental Practice, ha convertido su pabellón nacional en un espacio hostil, lleno de sonidos dodecafónicos y voces captadas de la red.
El concepto de redes y los nuevos retos de la sociedad de la información se ven en el pabellón español, donde Antoni Muntadas exhibe The Internet Project, creado para la Documenta de Kassel en 1997.
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