La vuelta de Enrique Valiño
Es un personaje veterano y reputado en los círculos musicales madrileños, pero el violinista Enrique Valiño aún no había llegado a estampar su nombre en la portada de ningún disco. Se le recuerda, sobre todo, como integrante activo de La Romántica Banda Local, una de las formaciones más alabadas que dio Madrid durante la transición, y también por los tres discos instrumentales que grabó durante los años noventa con el guitarrista Josete Ordóñez bajo la denominación de Elementales. Ahora, tras colaboraciones múltiples, Valiño se ha animado a escribir, componer y grabar su primer disco, La rueda ibérica, un ciclo de 15 piezas que giran (nunca mejor dicho) en torno a la vida y persona de Ramón María del Valle-Inclán. En la aventura le han acompañado algunos grandes del folclor peninsular, como el gaitero José Climent (La Musgaña), el saxofonista Javier Paxariño o el cantante y etnógrafo Manuel Luna. Pero quizá lo más llamativo sea la vuelta a un estudio de grabación de Carlos Faraco, compañero de Enrique en los años de La Romántica Banda Local, que aporta su voz al último corte del álbum, Prólogo y epílogo.-
