Telerrefrito

La televisión de laboratorio funciona sin presentador, ni plató, ni invitados, ni público, ni regidor, ni azafatas. Los gastos se recortan, y, si suena la flauta de la audiencia, se compensa parte de los estragos provocados por programas que no logran el beneficio exigido por las cadenas. En resumen: media hora de refrito sanea las cuentas sin afectar a la audiencia y, además, constituye un cambio visual en un mundo adicto a la reiteración. En estos momentos, además de programas de zapeo como La batidora (Antena 3), la tendencia se expande con + te vale (Canal+), Pecado original (Tele 5) y Ahora express (Antena3). + te vale constituye un modelo de revista interactiva y dinámica, basado en la pulcritud de su grafismo y la eficacia de un montaje que prescinde de la voz en off y reduce el guión a un texto sobreimpresionado. Cómic, moda, cine, publicidad, música e imágenes encadenadas con un criterio que rehúye el escándalo y que, como otros programas, incluye documentos enviados por e-mail sin abusar del reciclaje de hallazgos ajenos. Eficaz y juvenil en lo visual, + te vale es la opción menos petarda de la tendencia.

En Pecado original, en cambio, priman el cotilleo y el zapeo. La crónica rosa se ilustra con una voz en off que se sitúa en un plano de superioridad que no siempre se justifica y que produce un efecto inverso al deseado: lograr que el espectador se compadezca de los personajes ridiculizados. Las plumas y lenguas ponzoñosas, tan apreciadas mientras esperas tanda en la peluquería o alternas en los retretes de una discoteca, pueden llegar a cansar, y lo mejor de esta variedad automática son ciertos doblajes y el imprevisible archivo de material enviado por los internautas, casi siempre ejemplos de creatividad freak.

Las andanzas de Ahora express darían para una novela. Empezó siendo diario y con presentadora, pasó a ser semanal y, con el sufijo de express, ofrece desde ayer una alternativa automática mañanera. Su contenido es casi monotemático: cotilleo, intercambio de demandas judiciales y reconciliaciones que culminan con un breve zapeo y noticias. Si ¡Hola! está considerada la Biblia del papel couché, Ahora express no sería su equivalente televisivo. Sarcástico hasta lo corrosivo, se burla de unas criaturas que, en el fondo, dan sentido a su existencia y cae en una tendencia muy extendida: confundir lo viperino con lo gracioso y la suficiencia con la sátira.