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LA RENOVACIÓN DEL PSOE

Zapatero se presenta y rechaza la idea de una refundación del PSOE

Carlos E. Cué

La presentación ayer en León de la candidatura a la secretaría general del PSOE del líder de Nueva Vía, José Luis Rodríguez Zapatero, estuvo marcada por constantes referencias al pasado y al legado del ex presidente Felipe González. El diputado leonés destacó su lealtad a esa herencia de los anteriores gestores del PSOE, y rechazó, aunque sin citarla, la idea de una refundación del partido. "Partir de cero es imposible", dijo citando a Ortega y Gasset. A partir de esta base, ofreció un proyecto renovado marcado por un "cambio de rumbo".

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Con la esperada presentación de la candidatura de Rodríguez Zapatero ayer en León se cierra el cuarteto de aspirantes al liderazgo del PSOE. El líder de Nueva Vía ha decidido ser el último. La primera en anunciar su candidatura fue la eurodiputada Rosa Díez; mucho después lo hizo Matilde Fernández, aspirante del sector guerrista, y la semana pasada el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono.Rodríguez Zapatero eligió ayer el congreso provincial de su feudo, León, para presentar su candidatura. En un breve pero denso discurso expuso las motivaciones de dar este paso. "Con humildad pero con resolución estoy dispuesto a entregar lo mejor de mí mismo para dirigir al PSOE en una nueva etapa", exclamó entre los aplausos de sus compañeros leoneses y de algunos diputados de Nueva Vía que se habían trasladado hasta allí para apoyarle.

El parlamentario leonés, de 39 años, ofreció múltiples análisis sobre los problemas más importantes que afectan a los españoles, y prometió nuevas recetas para afrontarlos. Sin embargo, su discurso estaba repleto de elogios y homenajes al pasado del socialismo español, lo que llamó "las raíces", y especialmente a la época en que ese partido estuvo dirigido por Felipe González.

Rodríguez Zapatero es el candidato que más claramente se proclama heredero de la etapa de González, a quien ayer llamó "referente inequívoco" del "legado inmediato" que han dejado los gobiernos socialistas, cuya herencia dice asumir "con orgullo".

El diputado también tuvo unas palabras de recuerdo para Joaquín Almunia, ex secretario general, a quien los otros candidatos parecen haber olvidado por completo durante esta etapa precongresual.

Pero el líder de Nueva Vía no quiso quedarse sólo en esta reivindicación del pasado, característica de este grupo formado por jóvenes diputados. Tras un breve apunte de cuestiones internas de partido, en el que abogó por las listas abiertas para elegir a los delegados y las primarias para nombrar al candidato a la presidencia del Gobierno, el diputado leonés apostó por centrarse en los problemas que afectan más directamente a los ciudadanos. "Hagamos entre todos que la pregunta a responder en nuestro congreso sea qué país queremos y no qué partido queremos", clamó.

La idea que tiene el líder de Nueva Vía del proyecto que el PSOE debe ofrecer a la sociedad tras el congreso de julio es que debe visualizar el deseo de un "cambio intenso que incorpore el mejor espíritu transformador y que convierta los deseos en compromisos". Y para lograrlo, propone como primera medida reivindicar "la nobleza de la acción política como servicio público" para luchar contra los efectos perversos de la globalización y poder reconducir la línea marcada por el mercado para impulsar el "valor de la solidaridad".

La "autoridad" que el partido necesita

José Luis Rodríguez Zapatero tiene muy claro que uno de los problemas que el PSOE puede sufrir tras el congreso de julio es que la dirección que se elija carezca de autoridad precisamente por la enorme división que están reflejando los congresos provinciales. Por eso ayer, y casi como conclusión de su discurso, dijo que este partido "necesita autoridad, y ésa tiene sin duda su origen en la legitimidad democrática". "Pero su ejercicio demanda a la par la autoridad moral", añadió.El líder de Nueva Vía prometió que un hipotético liderazgo suyo tendría "disposición integradora", pero también apuntó que si la mayoría del partido apuesta por otro proyecto él trabajará "con lealtad por el mismo".

Como es obvio, Rodríguez Zapatero confía en sus posibilidades de éxito, y por ello no quiere ni oír hablar de pactos. Fuentes de su entorno comentaban ayer en León que la candidatura aguantará hasta la votación en el congreso de julio, entre otras cosas porque de ella nacerá su fuerza.

En todo caso, y casi curándose en salud, Rodríguez Zapatero dijo: "El partido necesita de las capacidades de todos y debe ser un espacio grato de convivencia en el que la cultura del trabajo prime sobre la cultura del poder". Esta frase puede ser una premonición, puesto que anuncia indirectamente a Bono, favorito en las cábalas, que en Nueva Vía van a exigir que se cuente con ellos para la dirección.

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