_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Selecciones

Félix de Azúa

Maravilla encontrarse asuntos ultramodernos tratados por escritores antiguos, como si tras el paso de quinientos o mil años nada hubiera variado. Recuerdo la estupefacción con que leí, en la tremenda crónica de Amiano Marcelino escrita en plena decadencia del imperio, que los jóvenes vástagos de las grandes familias romanas se habían vuelto mentecatos y ya sólo se interesaban por los carros de competición y las justas de gladiadores. La insensatez parece reducirnos siempre a un número muy discreto de fetiches, especialmente entre la pegajosa sociedad masculina. En estos días he tropezado con otro testimonio chocante: "Los pueblos embrutecidos se distraen y divierten con cualquier pasatiempo que les pongan ante los ojos, y con ello se acomodan a la servidumbre como si fueran niños, pero peor, pues éstos a lo mejor aprenden las letras cuando miran las imágenes de los libros". Lo escribió hacia 1560 un caballero francés intrigado por el júbilo con que ciertas poblaciones aceptaban someterse a la tiranía. El ejemplo más antiguo de esclavos felices, que yo sepa, viene de Herodoto cuando cuenta que Ciro, para sujetar a los rebeldes lidios, mandó abrir gran número de burdeles, tabernas, casas de juego y loterías hasta sorberles el raciocinio. Es, por lo tanto, maquinación antiquísima y uso habitual de los demagogos hacer grandes dispendios de dinero (ajeno) en competiciones deportivas y otros espectáculos populares. Tras la invención de los medios de comunicación masiva, Hitler, Mussolini, Stalin, Mao y Franco alcanzaron, en materia deportiva, un extremo difícil de superar. Ahora bien, no admira tanto el cinismo de los autócratas cuanto la eficacia del invento. Desde hace más de veinte siglos sigue aplicándose con éxito. Hay que ver cómo tira el rebaño...

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Félix de Azúa
Nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_