Pujol avisa a González que la negociación con Aznar será muy larga y complicada
Las negociaciones en busca de un acuerdo parlamentario que permita a José María Aznar instalarse en La Moncloa se auguran muy complicadas y de larga duración. Jordi Pujol y Felipe González analizaron ayer en Madrid el proceso que se avecina. Por la tarde, en la reunión con el jefe del Gobierno, la ejecutiva del PSOE planteó la sospecha de que el presidente de la Generalitat, tras negar el apoyo de sus 16 diputados a la investidura de Aznar, proponga un Gobierno de gestión presidido por otra persona. Ello evitaría la convocatoria de nuevas elecciones, algo que ni Pujol ni González creen conveniente y que, por supuesto, tampoco desea el PP.
No obstante, el secretario general del PSOE dejó claro que confía en que finalmente Aznar, a 20 escaños de la mayoría absoluta, se alce con la investidura, si bien deba posteriormente negociar día a día los apoyos de CiU. González dio por supuesto que su permanencia al frente de un Gobierno en funciones puede alargarse más de lo previsto.A su regreso a Barcelona, Pujol justificó su visita a González en la necesidad de disponer de la "información más completa posible y de primera mano" sobre la situación política, social, económica e institucional. Ambos políticos comentaron las posiciones de, sus respectivas fuerzas políticas ante la votación de investidura. Convergència i Unió es reacia a Ir más allá de la abstención, excepto en el caso de que el PSOE (141 diputados) hiciera lo mismo, algo que González descartó. Los miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE sacaron la impresión, tras escuchar a González, de que "las dificultades son enormes ya que Pujol, hoy por hoy, no ve posibilidad de sellar un acuerdo con Aznar.
Parallelamente, sendas delegaciones del PP y el Partido Nacionalista Vasco, encabezadas, respectivamente, por Rodrigo Rato e Iñaki Anasagasti, almorzaron en Madrid a fin de buscar un acuerdo que permita la formación de un Gobierno estable. La decisión del PP de no romper la caja única de la Seguridad Social se alza como obstáculo insalvable entre ambos partidos. El PNV (cinco diputados) exige asimismo el desarrollo íntegro del Estatuto de Gernika y un consenso sobre la pacificación del País Vasco.
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