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LA SEGURIDAD CIUDADANA / 3

Bromas y tragedias del 092

La Policía Municipal recibe al día más de 1.200 llamadas telefónicas

Amelia Castilla

La centralita de la Policía Municipal recibió el pasado año más de 450.000 llamadas (1.232 al día), de ciudadanos que pidieron auxilio para personas enfermas, anunciaron accidentes de circulación, informaron sobre robos y advirtieron averías en la infraestructura de Madrid. Aunque en los cometidos de la Policía Municipal no figura específicamente garantizar la seguridad ciudadana, agentes de este cuerpo detuvieron a 841 personas implicadas en robos. Diariamente intervienen en más de seis delitos contra la propiedad, en 29 accidentes de tráfico, en tres socavones y retiran a 34 mendigos.

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Las llamadas de ciudadanos que denuncian la comisión de delitos a través de la centralita de la Policía Municipal (092) son muy frecuentes. En esos casos, la unidad de protección ciudadana transmite a los coches patrulla a través de los canales de radio la denuncia recibida por el 092, y el vehículo más próximo se dirige al lugar de los hechos. En muchas ocasiones, los pitufos, como se les denomina popularmente por su ropa azul, se limitan a realizar una labor de apoyo al Cuerpo de Policía Nacional, pero los responsables de la institución aseguran "que muchas situaciones las han resuelto solos"."Policía Municipal, dígame". La frase la repite más de 200 veces a lo largo de la jornada de ocho horas María Pilar Llorente García, de 29 años, una de las cinco operadoras de la centralita en el turno de tarde. El comunicante asegura que ha visto el cadáver de una mujer en un descampado, situado detrás de Mercamadrid. La llamada queda registrada en la grabadora y un coche parte hacia el lugar del suceso. "Esta llamada va tener relación con el coche que apareció con las puertas abiertas cerca de la zona hace unos días", asegura Pilar.

La calle es mejor

Instantes después la operadora atiende a otra persona que avisa de que están pegando a una anciana; el siguiente asegura que no le dejan entrar en una discoteca con vaqueros; otro ciudadano explica que se ha quedado encerrado en una iglesia; una mujer dice que a su hijo le ha mordido un perro; la alarma de un chalé se ha disparado; un vecino denuncia ruidos en el piso de al lado; los propietarios de una boutique han sacado los probadores a la calle; se produce una reyerta entre tina familia; un grupo de personas está pelando ajos en la calle; unos niños juegan al fútbol en un jardín; una señora que vive sola quiere que avisen a su hijo porque su perro se ha puesto enfermo.Pilar lleva ocho años en el cuerpo. Es alta, morena y bien parecida. Viste el uniforme de la Policía Municipal, tiene puestos los auriculares y rellena un parte cada vez que recoge una comunicación con los datos esenciales para que se transmita el aviso. Antes de incorporarse a la centralita trabajaba en la Especial de Tráfico como motorista, y ahora le queda el gusanillo de la calle. "Aquí eres un mero transmisor de lo que pasa, pero en la calle ayudas mucho más a la gente".

Durante una jornada de ocho horas en la centralita los empleados escuchan de todo. "Unos nos felicitan, otros nos insultan, los niños nos llaman pitufos y algunos ciudadanos nos piden la información más dispar y absurda, como el resultado de las carreras de caballos, la salida del próximo avión con destino a París y algunos incluso nos hacen requerimientos sexuales", explica.

Pilar atendió también la llamada de una señora mayor que pedía una patrulla para que localizara "a la mujer que tiraba compresas al patio". La denunciante aseguraba que el asunto era muy extraño porque en el inmueble todas eran mayores y ya no tenían eso.

Los trabajadores de la centralita actúan en muchos casos casi como investigadores policiales, abogados o asistentes sociales. "Hay personas mayores que llaman porque se sienten solas y no tenemos más remedio que hablar un rato con ellas para tranquilizarlas, o mujeres maltratadas que no saben a dónde dirigirse y nosotras les informamos", dice Pilar.

Actuaciones diarias

A lo largo de un día cualquiera, en Madrid se produce una media de 29 accidentes de automóviles, con 8 heridos graves; 10 personas son atropelladas; 34 mendigos, entre ellos una mayoría de niños, son recogidos de las calles y trasladados a albergues; se rompen cuatro conducciones de agua; se producen al menos tres socavones; se estropea alguna fuente, y hay problema con el alumbrado y los semáforos.Cada una de las actuaciones de la Policía Municipal queda reflejada en un estadillo diario. "Le van a quitar el uniforme; ayer cené con el alcalde". Frases como ésta las escuchan con alguna frecuencia los policías municipales que trabajan en las calles madrileñas. La amenaza en cuestión figuraba en el parte del pasado día 27 de mayo, en relación con una multa de tráfico. En los informes diarios se incluyen también las tareas en relación con los desplazamientos que realizan por la ciudad el presidente del Gobierno o los de los jefes de Estado que visitan Madrid.

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