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Un guarda jurado mata a tres personas en un bar de Orihuela

El guarda jurado Francisco Blas López es el presunto autor de los disparos que el pasado sábado por la tarde acabaron con la vida de dos mujeres y un hombre, hiriendo a otra mujer más, cuando todos ellos se encontraban en el interior del bar Zapata, en la barriada periférica de Escorratel, en Orihuela (Alicante). A las 16.30 de ayer continuaba la búsqueda del presunto asesino por toda la zona por fuerzas de la Policía Nacional y Guardia Civil de Orihuela.

Los fallecidos son Beatriz Moreno Martínez, de 28 años de edad, que convivía con el arrendatario del establecimiento; Martina Martínez López, de 23 años, natural de Ciudad Real, empleada del bar, y Francisco Mateo Pacheco, de 21 años, natural de Orihuela, que era leñador y solía frecuentar este local. Ayer permanecía ingresada en el hospital provincial del Insalud en Alicante Rosi Escámez Gutiérrez, de 21 años, que los sábados acudía a trabajar a este establecimiento, ubicado junto al centro social de la barriada de Escorratel, y que resultó gravemente herida en el suceso.Francisco Blas López, de 57 años, casado, con cuatro hijos, se encontraba separado de su esposa desde hace unos 10 años. Trabajaba como guarda jurado en una urbanización del paraje Montepinar y era conocido por los vecinos como Paco el Patillas.

Vinculación afectiva

Era cliente habitual del Zapata, y las primeras investigaciones, a tenor de los relatos de vecinos y testigos del triple asesinato, señalan que tenía cierta vinculación afectiva con las dos mujeres fallecidas.Otros testimonios señalan que cabía que hubiese prestado dinero a ambas mujeres hace unos meses, cuando el guarda jurado ganó un millón de pesetas en la lotería nacional.

Poco antes de la una de la tarde del pasado sábado, Francisco Blas entró en el bar y, al parecer, discutió con Beatriz Moreno, sobre la que disparó la pistola que habitualmente llevaba consigo por su trabajo como guarda jurado.

Los disparos alcanzaron también a Martina Martínez, que, ya herida, emprendió la huida hacia una habitación interior, donde se encontraba su hija de tres meses. El presunto asesino penetró también en la habitación y, según los testigos del hecho, remató a la mujer -cuyo cadáver presentaba varias cuchilladas-, pero sin herir a su pequeña.

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Francisco Mateo, que intentó proteger a las dos mujeres sobre las que disparaba el guarda jurado, recibió varios impactos de bala, que le causaron la muerte. Rosi Escámez recibió tres impactos de bala en una pierna y se escondió debajo de una de las mesas del bar, salvando así su vida.

Francisco Blas, que ya estuvo en el bar a primeras horas de la mañana, esperó unos instantes antes de abandonar el local tras disparar contra las tres personas.

Después emprendió la huida a bordo de su vehículo particular, un 133 amarillo matrícula M-9512-G, que tampoco había sido localizado ayer tarde todavía.

Una docena de testigos

Una docena de clientes se encontraba en el bar cuando sucedieron los hechos, la mayoría de los cuales jugaba su habitual partida de dominó.El bar donde ocurrió el suceso cerraba sus puertas sobre las 10 de la noche, según el testimonio de algunos vecinos.

El actual propietario del establecimiento, que vivía con Beatriz Moreno Martínez y tenía una hija de tres años fruto de su relación sentimental, no se encontraba en el lugar de los hechos, pero acudió una media hora después de producirse el suceso y sufrió una fuerte depresión nerviosa ante la magnitud de la tragedia.

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