Brasil está en obras
El equipo que debutó en el torneo no contó con ningún jugador del once inicial del humillante 7-1 ante Alemania en 2014
El debut de Brasil en la Copa América, contra Ecuador (0-0), fue el primer partido en el que no participó ningún jugador del once inicial que perdió 7-1 contra Alemania en las semifinales del Mundial de 2014. Con la salida de Luiz Gustavo y la entrada de Casemiro, Brasil ha puesto tierra de por medio a una generación que fue protagonista de uno de los peores episodios de la historia del fútbol pentacampeón mundial, otro Maracanazo.
A pesar de la buena primera parte, el nuevo equipo brasileño de Dunga no lo tuvo fácil para empatar a cero contra los ecuatorianos. De hecho, habría perdido de no ser porque el árbitro se equivocó al interpretar que el balón rebasó la línea de fondo en un disparo de Bolaños que el guardameta Alisson acabó introduciendo en su propia portería. Hubiera sido un error tremendo, capaz de marcar la carrera del joven portero del Internacional de Porto Alegre recientemente fichado por la Roma en mayo. “Por suerte, el árbitro lo anuló. Y a los porteros también nos hace falta la suerte”, dijo Alisson después del partido.
Para el primer partido de la Copa América, Dunga puso en el campo al once formado por Alisson; Daniel Alves, Marquinhos, Gil, Filipe Luis; Casemiro, Elias, Renato Augusto, Philippe Coutinho, Willian; y Jonas. En 2014, en aquel fatídico 8 de julio, Luiz Felipe Scolari alineó, para enfrentarse a Alemania, a Julio César; Maicon, David Luiz, Dante, Marcelo; Luiz Gustavo, Fernandinho; Bernard, Oscar, Hulk; y Fred. De estos, David Luiz, Fernandinho, Luiz Gustavo y Oscar seguían siendo convocados por Dunga. El único que no está por decisión del entrenador es el mediocentro del Wolfsburgo, que pidió permiso para no disputar la Copa América por problemas personales. Los otros tres perdieron su sitio y poco a poco fueron siendo descartados.
Y sin Neymar la parte creativa del ataque del remodelado equipo brasileño le corresponde ahora a Coutinho, del Liverpool, y a Willian, del Chelsea. Al contrario de lo que sucedió en el Mundial 2014, cuando Oscar y Hulk eran titulares, el centro del campo ofrece ahora un juego más rápido, de pases cortos y de mucha movilidad. Por detrás, Casemiro es el primer mediocentro y todo apunta a que seguirá siendo titular durante mucho tiempo. Demuestra seguridad en el corte y falla poquísimos pases, cualidades que le convirtieron en una pieza clave en el esquema táctico del Real Madrid de Zidane, campeón de la Champions. Renato Augusto y Elias completan el centro del campo y le aportan a la selección el entendimiento que tenían en el Corinthians campeón de la liga brasileña de 2015. Renato fue el mejor jugador de la competición y el Beijing Guoan de China acabó fichándolo. Para poder seguir defendiendo a la selección, accedió una petición de Dunga: contrató a un preparador físico para mantenerse en forma y no perder el ritmo, al tratarse de un campeonato poco competitivo.
Orgullo ‘canarinho’
En cuanto a los centrales, a Marquinhos, del PSG, con edad olímpica (22 años), y Gil, otro que juega en China y al que Dunga le pidió lo mismo que a Renato Augusto, todavía les falta experiencia internacional con la selección, al contrario de lo que les ocurría a los hombres de 2014: los tres centrales que jugaron el Mundial estaban entre los mejores del mundo. Pero lo cierto es que David Luiz, Dante e incluso Thiago Silva —capitán brasileño que, al estar sancionado, no jugó contra Alemania— quedaron señalados. Dante no ha vuelto a ser convocado y la pareja del PSG no demostró el suficiente equilibrio emocional cuando Dunga los llamó. Miranda es el preferido del técnico y el nuevo capitán de la selección pero, al estar recuperándose de una lesión, no pudo jugar contra Ecuador.
En los laterales, Daniel Alves ha tenido una nueva oportunidad e incluso heredó el brazalete del capitán Miranda en el primer partido de la Copa América. Por su parte, Filipe Luis, sólido en defensa y pupilo de Simeone en el Atlético, es más del gusto de Dunga que Marcelo, jugador muy habilidoso pero que, a juicio del técnico, comete errores en defensa y no cuenta con su simpatía. No se atisba su vuelta a la selección a corto plazo.
Además de los titulares, la selección sucesora del 7-1 tiene en el banquillo a un delantero centro joven y talentoso, de estilo muy diferente al de Fred —el que fuera jugador del Lyon y nueve contra Alemania en 2014— y al de Jonas, titular contra Ecuador. Se trata de Gabriel Barbosa, jugador del Santos, de 19 años, que entró en la segunda mitad, se mostró muy activo en el ataque y ayudó en defensa. Es uno de los que está preparando Dunga para los Juegos Olímpicos, principal competición del año para el fútbol brasileño.
Este miércoles Brasil se enfrenta a Haití, segundo partido de la Copa América y una buena oportunidad para demostrar que está en el camino correcto. Un rival más débil puede hacer que la renovada selección de Dunga recupere un poco del orgullo canarinho perdido en aquella semifinal de 2014. Todo lo que no sea ganar será un desastre que podría poner en riesgo la clasificación brasileña para la segunda fase de la competición.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.