‘Juego de tronos’, las piezas vuelven al tablero
El primer capítulo de la sexta temporada sirve para situar de nuevo a los personajes y se pasa volando. Ojo, este artículo contiene 'spoilers'
Tras diez largos meses de espera y de elucubraciones, el primer capítulo de la sexta temporada de Juego de tronos ha pasado volando. Todos los años ocurre: unas expectativas sobredimensionadas (en eso tenemos mucha culpa los medios y blogueros...) que terminan con una ligera sensación de insatisfacción por la brevedad del reencuentro. (Ojo, este artículo contiene spoilers del 6x01)
Juego de tronos tiene muchos personajes, muchas tramas diferentes. Por eso es fácil que, como espectadores, tengamos la sensación de que no ha ocurrido nada, sobre todo al principio de cada temporada, cuando hay que colocar de nuevo a los personajes en su situación de arranque. La sexta temporada arranca en el punto en el que terminó la quinta, solo habrán pasado minutos o escasas horas desde aquellas puñaladas que helaron la sangre a los seguidores de la serie.
Y ahí, con Jon Nieve tirado en la nieve (valga la redundancia) y Fantasma aullando, retomamos la historia. Habrá que esperar para tener respuesta para la gran pregunta que lleva persiguiéndonos todos estos meses: ¿volverá a la vida? ¿Cómo lo hará? Pero ya se empieza a apuntar a Melisandre como la gran esperanza para la resurrección de Jon. Además, la dama roja ha protagonizado la secuencia final y el momento más comentado del arranque de la temporada al desvelar ante la cámara su auténtico aspecto.
En el capítulo, de menos de 50 minutos, también nos hemos reencontrado con Ramsay y su padre, con Sansa y Theon huyendo de ellos, capturados y rescatados por Brienne, Cersei y Jaime asumiendo juntos la muerte de otro de sus hijos, Margaery Tyrell y el Septón Supremo, los habitantes de Dorne, donde se producen las primeras bajas importantes de la temporada, Tyrion y Varys verbalizando la nueva situación de Meereen, Jorah y Daario tras su Khaleesi, la presentación de Daenerys ante Khal Moro y Arya tratando de adaptarse a su ceguera reciente. Un buen puñado de personajes y tramas que en un capítulo solo han podido esbozarse mínimamente como recordatorio de dónde estábamos y empezar a sentar las bases de a dónde podemos ir. Y todavía falta por regresar a escena Bran. Por si éramos pocos.
Con Juego de tronos ha vuelto la épica, los paisajes impresionantes (cuánto juego va a dar España esta temporada como escenario, ya se ha visto un poco en este arranque), las muertes sorprendentes, las intrigas (Cersei, tenemos todas las esperanzas puestas en tu venganza), la magia y la fantasía. Y ha vuelto la superproducción que no repara en gastos para lucir espectacular en pantalla. Este primer capítulo ha dado muestra del poderío de la serie con tantas localizaciones diferentes y unos planos cuidados al detalle.
Se ha pasado volando. Y ahora queremos más. Pero cuando nos queramos dar cuenta ya estaremos en el décimo capítulo y a punto de despedirnos hasta la siguiente temporada. Así que a disfrutar del camino, que es corto, oscuro y alberga horrores.
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