Citas al estilo británico
Dates es la última joya británica. Parte de una idea muy simple. Durante poco más de 20 minutos, los espectadores son testigos de excepción de los encuentros de parejas que han quedado gracias a una web de citas. Son encuentros en los que las primeras impresiones condicionan lo que vendrá después, aunque poco a poco se vaya decubriendo que no todo era como parecía a simple vista. Dates, este mundo de citas en el siglo XXI que poco tiene que ver con el romanticismo y mucho con la búsqueda de compañía y de alguien con quien hablar, es la nueva serie de Channel 4 y que firma Bryan Elsley, co-creador de Skins. Un nuevo descubrimiento, un nuevo placer. Y, posiblemente, una de las series del verano.
En sus nueve capítulos conocemos a varios personajes. A algunos de ellos nos los encontramos en diferentes ocasiones y los vemos desde distintas perspectivas. Todos tienen mucho que esconder y muestran solo un poco a través de las conversaciones, los gestos y las miradas con su interlocutor. Los breves episodios de Dates se mueven en un terreno explorado hace unos años por In treatment (En terapia), aquella serie de HBO en la que varios personajes acudían semanalmente a su cita con el psicólogo para ir desnudando su alma a través del diálogo. El formato es parecido, pero en esta ocasión la historia va más al grano, con ese estilo británico tan característico que juega constantemente con lo sorprendente, manteniendo al espectador enganchado cada minuto del capítulo.
Estos encuentros nunca empiezan bien por problemas de incompatibilidad de caracteres, de edad... pero siempre hay alguna sorpresa en el camino que hace que las cosas no terminen siendo como parecían al principio. Porque, al final, lo que todo el mundo busca es compañía, comprensión, y a veces es mucho más fácil desvelar tu verdadero ser delante de un completo extraño.
A las citas acuden caras muy reconocibles para los seguidores de las series, como Oona Chaplin (Juego de tronos), Will Mellor (Broadchurch), Andrew Scott (Sherlock) o Neil Maskell (Utopía). Excelentes diálogos e interpretaciones, una factura visual impecable, una banda sonora cuidadosamente elegida, personajes con la mezcla justa de ternura y dureza, sinceridad y timidez... y tenemos 20 minutos que se pasan en un suspiro.
Cuando te quedas con ganas de más, sabes que acabas de ver una gran serie. Es lo que ocurre con Dates.
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