Standstill relata cómo se metieron en su nuevo disco ‘Dentro de la luz’

Acaban de estrenar su séptimo álbum —el cuarto en castellano— y arrancaron a mitad de junio en Pamplona con su gira de verano, Cénit. Un momento de apogeo. Esta vez la energía que ha envuelto el trabajo de Standstill, aseguran, ha sido mucho más especial. Con independencia de las críticas que vengan después, puntualizan en la presentación de este trabajo, Dentro de la luz tiene mucho que ver con la evolución que han experimentado los miembros de la banda. Es un trabajo coherente después de "15 años de búsqueda". El resultado, según el grupo, habla de un ejercicio de síntesis nuevo para ellos "y un reto más difícil de lo que pueda parecer", desde que se fundara en 1997 en Barcelona en el ámbito del hardcore punk underground.

"La intención en un principio fue, simplemente, encontrar nuestro sonido a día de hoy, con pocos elementos y bien definidos, sin el lenguaje del rock pero con su energía, e intentar hacer un disco compacto con ello", relatan. Algo que diferencia Dentro de la luz de su anterior álbum, Adelante, Bonaparte. Es una primera valoración que acometen aún con cautela. Han pasado medio año "zambullidos en un trabajo diario" y la distancia aún se presenta complicada.

Después de Adelante, Bonaparte, con una larga gira "y mucho cambios personales", Standstill se encontró con que surgían canciones "más luminosas". Atrás quedaba la melancolía y aquí se encontraban con fuerza con el deseo de comunicar nuevas vivencias desde una óptica más "vitalista".

Así, han jugado para la composición de Dentro de la luz con diversos elementos que les han resultado un estímulo: muchas voces, muchas percusiones, sintetizadores —no hay ningún bajo en el disco—. "Pensamos que podíamos encontrar algo interesante en el contraste entre la desnudez/pureza de la voz humana (coral incluida), y una instrumentación esencialmente fría, sintética y atropelladora". Las letras de las canciones tratan del amor y del camino que se recorre para conocerse a una mismo "pese a una implacable herencia social, cultural o familiar".

Dentro de la luz, a diferencia de discos anteriores, se pregunta cómo esa herencia interfiere también —y quizás sobre todo— en el amor; en el sentido y lugar que este ocupa en la vida de uno. Se habla en el disco de miedo; miedo a sufrir, miedo a la soledad, miedo a lo desconocido, miedo a conocerse. El disco está lleno de preguntas directas o indirectas que hacen referencia a ese pulso.

¿Una conclusión? Los miembros de Standstill creen que en Dentro de la luz se encuentra la celebración de una persona por haber conocido a otra persona. Y por haber "renacido" al hacerlo. "Empieza así un tono y una perspectiva diferente en nuestras letras: de mayor autocrítica, de renacimiento, de esperanza, de otro tipo de luz... Lejos de la resignación, el humor sombrío y la eterna huída hacia adelante buscando lo que aquí y ahora uno no es capaz de encontrar".