Jardinería de guerrilla
Jardinería y guerrilla. Quién iba a decir que estas dos palabras, tan antagónicas, podrían ir unidas. Y sí, eso sucede en un movimiento que, aunque ya tiene cierta historia detrás, toma fuerza inusitada gracias a Internet, extendiéndose a innumerables confines del globo. Para hacerse una idea acerca de qué va esto, sólo hay que visitar el blog de algunos de sus promotores. Guerrilla Gardening (literalmente, Jardinería de guerrilla) es su nombre y, aunque en inglés, lo entiende cualquiera por su recurso a dejar constancia fotográfica de sus acciones, como gran mural periodístico.
El movimiento consiste en plantar árboles y arbustos, o bien crear pequeños jardines, en espacios urbanos degradados. Guerrilla Gardening nació en Londres y su entorno y se trata, como dicen sus artífices, de realizar actos de subversión pacífica, con los que "extender la guerra contra la negligencia" en aquellas zonas públicas más deterioradas. Para lograr sus propósitos recurren a las semillas y la jardinería, una fórmula de agitación y propaganda política cuando menos curiosa, y nada dañina.
En la bitácora, yendo a su sección Troop Digs (juego de palabras traducible por "Cultivos de la tropa" o "Trincheras de la tropa") puede uno darse cuenta de la extensión que está tomando la iniciativa. Desde California a Zúrich, desde Irlanda a Milán, pasando por Berlín, Chicago, Montreal, Brisbane (Australia) y Granada (España), entre otras muchas localizaciones, las acciones de guerrilla jardinera se multiplican imparables. La agrupación Jóvenes por la Ecología de Asturias ya se ha apuntado al movimiento, un activismo urbano que para triunfar sólo necesita unas armas muy inocuas, palas y semillas, con las que sacarles los colores a tantas áreas deshumanizadas.
www.guerrillagardening.org/
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