Londres honra a la princesa del pueblo
Cerca de 60.000 personas homenajean a Lady Di en un gran concierto en Wembley
Camilla lo tiene difícil. Diez años después de su muerte, Diana de Gales continua siendo la princesa con mayúscula. Los británicos la adoraron en vida y mantienen el fervor diez años después de su muerte en París. Cualquier duda quedó disipada en el concierto que se celebró ayer en Wembley. No sólo se honraba su memoria: había que mantener el mito de la princesa del pueblo llano. En un ambiente festivo, entre pintas de cervezas y conos de fish and chips, unas 60.000 personas se reunieron bajo el imponente arco de Wembley para celebrar el que hubiera sido el 46 cumpleaños de Diana.
En el público se reunieron diferentes generaciones y procedencias sociales. Se vieron madres e hijas ataviadas con idénticas tiaras de plástico, las mismas que se han consagrado en cualquier despedida de soltera que se precie. Había distinguidas parejas maduras, familias enteras y grupos de amigas con un corte de pelo inequívocamente parecido al de la princesa. Todos pagaron el mismo precio para asistir, unos 70 euros, cuyas ganancias irán a organizaciones solidarias. Las entradas se agotaron en 30 minutos, cuando todavía no se conocía el cartel completo del evento. "Diana es lo mejor que ha sucedido a este país. Fue el mejor miembro de la familia real, no era estirada y sabía cómo conectar con el pueblo", comentaba Susan Basset, que asistió al evento junto a su marido y su hija. La princesa del pueblo frente a los estirados residentes de la Casa Windsor. Así están las cosas todavía en Inglaterra.
Los príncipes William y Harry, muy activos en la organización del concierto, fueron los miembros más visibles de la realeza. Harry, el hijo pequeño de la princesa, estuvo a punto de ir a Irak. En Wembley envió un saludo a sus compañeros del Octavo Batallón, en medio del clamor de los asistentes. También asistieron sus primas, las hijas de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés. De la parte más veterana de la familia no hubo noticias. En el ambiente flotaban las imágenes de The Queen, la película de Stephen Frears que narra el desconcierto y el desafecto a la monarquía que siguieron a la muerte de la princesa Diana. Tampoco apareció Kate Middleton, que había sido invitada por su ex, el príncipe William. En el escenario, tras ser recibidos con una ovación propia de estrellas del rock, los hijos de la princesa explicaron que para el concierto homenaje habían elegido a algunos de los artistas favoritos de su madre y suyos propios.
El espectáculo se abrió con Elton John, amigo personal de la princesa. Al piano, interpretó Your song, un clásico de su repertorio. Durante las seis horas restantes, se sucedieron clásicos como Status Quo o Rod Stewart, junto a raperos como P. Diddy y Kanye West y otros nombres populares en las actuales listas de éxitos. El Ballet Nacional Británico interpretó un fragmento del Lago de los cisnes después de que la cantante canadiense Nelly Furtado terminase de cantar Man eater. Tom Jones compartió escenario con Joss Stone, la nueva sensación inglesa del soul.
Simon Le Bon, cantante de Duran Duran, dedicó a Lady Di su canción Rio, la favorita de la princesa. El normalmente poco locuaz productor y artista de hip hop Pharrell William hizo un llamamiento a la paz en el Reino Unido en relación a los atentados terroristas fallidos que han tenido lugar en el país en los últimos días. Lily Allen cambió la letra de una de sus canciones, que contenía algún taco, para ajustarse al protocolo: delante de los príncipes no se pueden decir malas palabras. Durante el concierto los príncipes bailaron y aplaudieron a los artistas que habían convocado satisfechos con la celebración de su madre.
Uno de los momentos más apotéosicos del concierto fue cuando David Beckham salió a presentar al grupo Take That. "Diana fue una de las mujeres más maravillosas que ha tenido Inglaterra y lo que ha conseguido aquí la princesa ha sido memorable. Esta nación tiene que estar orgullosa de ella". Elton John reapareció para cerrar el concierto y, aunque todos esperaban que interpretase Candle in the wind, cantó Are you ready for love.
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