De 'Heidi' a la animación 'manga'
Las producciones animadas de origen japonés y contenidos violentos colonizan las televisiones españolas
Generación Heidi. El popular personaje infantil de animación ha cumplido ya los 30 y las televisiones europeas recuperan uno de los personajes virtuales más famosos de los años setenta. La alemana ZDF, la francesa TF-1 y la italiana Italia se han sumado al efecto Heidi. En España. Antena 3 recupera la producción japonesa inspirada en el personaje creado por la suiza Johanna Spyri en 1880. La historia de la pequeña huérfana que vive en los Alpes con su arisco abuelo se revive los sábados y domingos dentro del contenedor infantil Megatrix (9.00). El arranque de la serie, el 23 de junio pasado, fue seguido por 327.000 espectadores (18,5% de cuota).
Heidi forma parte de la abundante oferta de obras japonesas de las cadenas españolas, que en 2005 representaron 12.574 emisiones (32,9% del total de producciones animadas). Estados Unidos suministró 9.298 (25%), casi tanto como Europa, 8.728 (23,6%), según los datos del Panorama Audiovisual 2006, editado por Egeda, que cifra el volumen de emisiones animadas españolas en 3.932 (10%). Este informe pone de relieve un descenso del 1,7% respecto al año anterior y subraya un cambio en los hábitos de consumo. La franja de sobremesa del fin de semana, que ocuparon en su momento las archifamosas Heidi y Marco, ha desaparecido en las parrillas.
TVE estrenó Heidi en 1975; desde el primer momento, y en aquellos años de monopolio, conquistó audiencias millonarias. Desde entonces, las cadenas autonómicas han mantenido sus aventuras en las parrillas durante las últimas temporadas.
La serie fue creada por los japoneses Isao Takahata y Hayao Miyazaki, considerado el mejor director de la historia de animación. Si Hollywood ha revolucionado la industria con ordenadores y tecnología 3D, Miyazaki lo ha conseguido con una imaginación exuberante. La mayor parte de su obra encierra mensajes antibélicos y ecologistas, como se descubrió en 1997 con la primera película suya que llegó a España: La princesa Mononoke. En 2001 le siguió El viaje de Chihiro, ganadora del Oscar y del Oso de Oro de la Berlinale. Miyazaki y Takahata también son los artífices de Marco, cuyas infinitas desgracias hicieron llorar a millones de españoles.
Una web creada por Antena 3 recuerda los personajes de Heidi. Es la primera página oficial en castellano, y a través de ella, los seguidores del personaje animado podrán acceder a información sobre la serie y a contenidos inéditos.
Carlos Piazza, director comercial de Planeta Junior, propietaria de los derechos para España, Italia y Portugal, esgrime la vigencia de Heidi "por los valores que desprende, como la no violencia, el sacrificio, la amistad, la familia y la protección del medio ambiente". Para Carlos Ortega, director de Jetix España, 30 años después, los principios que inspiran a los niños siguen siendo los mismos: el desafío por un objetivo, la solidaridad o el crecimiento personal-emocional. Sin embargo, a juicio de Claudio Biern Boyd, presidente de BRB Internacional, compañía española con 35 años de experiencia en animación, esos conceptos se han diluido. "Antes, 15 millones de espectadores veían dibujos animados, ahora no llegan a 300.000; así que el impacto es menor", resume.
En estas tres décadas, el panorama ha cambiado sustancialmente, apunta Biern Boyd, que se queja de la "excesiva colonización" japonesa. "Casi el 70% de la producción es nipona, frente al 10% española y el 20% norteamericana", sostiene. "El mercado está saturado de animación japonesa, marcada por la violencia, porque es barata, de fácil producción y con series kilométricas". "En Japón existe un gran entramado industrial, al contrario que en España, donde no hay ningún tipo de apoyo oficial", denuncia.
El responsable de series ya históricas como David, el gnomo o D?Artacan achaca a Internet, los videojuegos y otros mundos virtuales las razones del cambio. "Los niños ya no se pasan las horas ante el televisor, son más activos y buscan productos en los que puedan participar. También piden contenidos con más acción y efectos especiales".
Toni Marín, responsable de proyectos y coproducciones de Cromosoma, destaca la necesidad de adaptarse a las nuevas demandas. Para ello, la compañía que creó obras míticas como Las tres mellizas (traducida a 40 idiomas y difundida en más de 140 países) ha puesto en marcha Digital 360º, una factoría encaminada al desarrollo de las nuevas tecnologías y la producción de contenidos digitales, juegos online, animación para Internet o teléfonos móviles.
Cromosoma, creadora de Juanito Jones, se ha embarcado en proyectos de coproducción europea, entre los que destaca la serie Tom. Pese a todo, Marín es consciente de la colonización asiática. "Tienen una potente calidad y son muy impactantes visualmente. Otra cosa son los contenidos. Hay que cribarlos porque algunos son violentos, xenófobos y machistas. Nuestras producciones están más cuidadas, tanto en los guiones como en la ilustración, y tienen una vertiente educativa y pedagógica".
Los expertos coinciden en apuntar que lo que realmente ha experimentado una evolución espectacular es la estética y el aspecto formal. "La imagen, el ritmo y la música son más elaborados", dice Ortega. "Con el apoyo de los avances tecnológicos, la animación se ha hecho más real", asegura Piazza. Los niños disponen actualmente de una gran oferta de canales infantiles -13 en España-, y la consecuencia es que las series son "más sofisticadas y atienden mejor los intereses de cada grupo de edad", subraya Ortega. Entre las televisiones generalistas, La 2 y Antena 3 son las que más productos animados ofrecen.
Cada década viene también marcada por unas tendencias. Y si en una época triunfaron superhéroes como Mazinger Z o Spiderman, ahora la animación japonesa (anime) es la columna vertebral. De modo que, con permiso de la incombustible familia Simpson, es el momento de Pokemon, Shin Chan, Naruto, Zatch Bell o Blood: el último vampiro.
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