Tu príncipe azul es el 37º
AY, cuando te dejan. Te sientes tan vulnerable. Tu ciudad se convierte en un nido de desconocidos. Tú sólo quieres conectar con alguien, pero el pibón del metro no te devuelve las miradas. ¿El blues del urbanita? Para nada. Darwinismo 2.0. Palabra del Doctor Kanazawa.
Satoshi Kanazawa, japonés de 47 años, no sabe cómo te llamas, pero te conoce a fondo. Lleva años estudiando el comportamiento humano desde su despacho en la London School of Economics. Lo suyo es explicar por qué hacemos lo que hacemos. Psicología evolutiva. Sus teorías, reunidas en libros como Por qué la gente guapa tiene más hijas, van desde la controversia (apuntando, por ejemplo, que la corrección política supone una amenaza mayor para EE UU que el fundamentalismo religioso) hasta lo presuntamente trivial (por qué los hombres prefieren a las bombas rubias y todas las mujeres quieren parecérseles).
Así que, cuando una amiga se quejó de no encontrar marido en Nueva York, desempolvó una vieja teoría estadística y sacó su teorema: en cualquier proceso de selección (para un trabajo o una cita) hace falta rechazar al 37% de los primeros candidatos y luego quedarse con el siguiente que sea mejor que todos ellos. La semana pasada, este Punset nipón quemó la blogosfera al exponer esta fórmula matemática. "Rechazar a ese primer 37% de candidatos te da, a su vez, un 37% más de posibilidades de acertar en la decisión final. No es mucho, pero no hay otra estrategia que te ofrezca una posibilidad de éxito mayor. Ésta es la óptima", cuenta. El 37, por cierto, viene de dividir 100 entre e, la base de un logaritmo natural (2,72).
Vale. A ver cómo le explicas lo del logaritmo natural a tu novia. "Si vives en un pueblo pequeño puede que conozcas, pongamos, a unos 10 maridos en potencia. Pues rechazas a los cuatro primeros y te quedas con el quinto. Pero si vives en una gran ciudad, prepárate para conocer 1.000 posibles maridos. Matemáticamente, lo óptimo es rechazar a los primeros 369 y casarte con el primero que sea mejor que todos ellos". Es lo que llama la teoría del Solterón Secuencial.
Pero la estadística es como la isla de Perdidos. Tiene sus propias reglas. La primera es no ir de candidato en candidato esperando a tu príncipe. "No vale con que les cuelgues el teléfono o borres sus mensajes", advierte. "Tienes que salir con ellos, hablar. Conocerlos. Por eso, ligar en una gran ciudad es tan difícil, agotador y consume tanto tiempo".
A Kanazawa (hijo de publicista, casado y fan de Sarah Palin) parecen ponerle las paradojas. Le gusta South Park, pero es seco. Bloguero, pero con 36 amigos en Facebook. Conservador, pero ateo. Científico, pero ajeno a factores que su teoría ignora (presión social, reloj biológico?). "Esto no es ciencia. Son matemáticas, pruebas absolutas". Así que se recrea. "Ya que el teorema ofrece una estrategia óptima, la lógica de la selección natural dicta que quienes lo usen tendrán más éxito reproductivo que quienes se casen con el primero que encuentran o rechacen sólo al primer 5%, o al 90%".
Lo cual no quiere decir que haya que salir a la discoteca con calculadora. El físico inglés Philip Ball publicó un libro en esta línea, Masa crítica, sobre cómo las leyes de la física condicionan cosas como los atascos de la mañana o las relaciones entre famosos. Y no necesita tirar de ciencia para comentar el teorema en cuestión: "Si me topara con una persona que haya estado con otras 369 y las haya rechazado, se me ocurren muchos motivos por los que no sería muy sensato involucrarme con ella". Así que calma. Si vives en una gran ciudad, ya se subirá otro pibón en el próximo metro.
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