La increíble vida del señor E
CUENTA Mark Oliver Everett que el día de su vida que más contacto físico tuvo con su padre fue cuando le encontró tirado en el suelo del salón de su casa, víctima de un ataque al corazón, y trató, sin éxito, de reanimarlo. Tenía 19 años. "Si has tenido una vida como la mía, lo único que puedes hacer es tomártela con sentido del humor. Publicar discos y escribir libros ayuda a sobrellevarlo", dice desde su casa de Los Ángeles. Tiene 45 años y vive con su mejor amigo, su perro Bobby Jr. "Tiene su propia habitación, es un pijo", explica el hombre que se hace llamar Mr. E.
La verdad es que su biografía es asombrosamente triste. No se trata sólo de que su hermana, adicta a las drogas y depresiva, se suicidara. O que su madre, a la que adoraba, falleciese después de luchar contra un cáncer. Es que hay detalles que parecen creados por un guionista con mucho humor negro. Tenía Mr. E una prima azafata que viajaba con su marido en el avión que el 11-S se estrelló contra el Pentágono. Antes de coger ese vuelo le había enviado una postal desde el aeropuerto que Everett recibió días después. El texto decía: "La vida es fabulosa".
"Ojalá los próximos 40 años sean aburridos. No puedo afrontar más dramas"
Por eso no es extraño que tenga fama de tipo huraño. De eremita y solitario. Su nuevo disco se llama Hombre lobo. Así, en español. "Son las únicas palabras en ese idioma que sé. No es un mal comienzo, ¿verdad? Un día me levanté y al pasar delante de un espejo vi el reflejo de mi barba y pensé: 'Joder, parezco un hombre lobo, soy increíblemente peludo".
El disco lleva 12 canciones sobre el deseo. "Son como 12 sketches en los que un personaje intenta convencer a su objeto de deseo de que él es su hombre. Intenta diferentes aproximaciones y cada una tiene una canción. A veces es amable, otras intenta aparentar que es cool. No es un disco sobre conseguir a la chica, es un disco sobre intentar conseguir a la chica. Al final no sabemos qué es lo que funciona".
Conseguir a la chica es uno de los temas centrales de los discos que Eels ha ido publicando desde 1996. A veces, sus canciones parecen una revisión yanqui y agridulce del Creep de Radiohead. Sus temas están siempre plagados de inadaptados y solitarios. Desde aquella mítica Guest list de su primer disco, en la que decía "Nunca estoy en tu lista de invitados", hasta la bellísima That look you give that guy de Hombre lobo: "Esa mirada que diriges a ese tío la quiero para mí. Quiero ser ese tío en vez de ser yo". Las mujeres han dado momentos hilarantes a su currículo. Estuvo casado con una dentista rusa que un día le abandonó en medio de una revisión. Sin anestesia. Lo narra en un libro de memorias llamado Things the grandchildren should know (Cosas que los nietos deberían saber). "Fue un trabajo muy duro. Escribir un libro es lo opuesto a diversión".
El libro, un éxito de ventas en Reino Unido, es otra pieza en la revisión de su vida que Everett lleva dos años realizando. Primero fueron Meet the Eels: Essential Eels Vol. I y Useless trinkets. Dos discos dobles publicados en 2008 que son, respectivamente, un recopilatorio de lo mejor de su obra y un disco de rarezas. Después, el libro, y por último, Parallel worlds, parallel lives, un documental de la BBC en el que E intenta acercarse a la figura de su padre. Porque su padre, Hugh Everett III, fue, atención, el físico que propuso por primera vez la teoría de los universos paralelos en la física cuántica. "El documental fue una experiencia positiva. La verdad es que podía haber sido muy triste, pero me permitió conocerle mejor. Era distante. Nunca fue un hombre de familia".
Se escucha cómo enciende un cigarrillo al otro lado del teléfono. La portada de Hombre lobo imita las cajas de puros cubanos Cohiba. Mr. E es fumador de habanos, ilegal en EE UU. "No hablaré de eso", bromea. "Esperemos que cambie con el presidente Obama". En la convención demócrata previa a la campaña presidencial de 2000 (la de la ajustada victoria de Bush sobre Al Gore), el disco de Eels Daisies of the galaxy fue incluido en una bolsa de regalos para los delegados asistentes como si fuera un disco infantil -la portada engaña, la verdad-. El motivo de que fuera ese álbum es que Eels fue uno de los niños mimados de Dreamworks, el sello de Steven Spielberg y David Geffen, que fueron grandes contribuyentes a la campaña de Gore. Pero los asesores de Bush descubrieron que las letras del disco no eran precisamente infantiles, lo usaron como ejemplo de un disco inapropiado y llegaron a colgarlas en georgebushforpresident.com. "Son cosas que uno no entiende. Pero no le guardo rencor. Cada vez que pasaba por Washington invitaba a Bush al concierto. Me contestaban que tenía otros compromisos", ríe. Es el humor de Everett, la parodia que está en sus portadas y en los directos: "A veces uno intenta ser gracioso y la gente no lo pilla, y otras ven chistes donde no los hay. Es curioso".
Y ahora ¿qué? ¿otro disco? ¿otro documental? ¿otro libro quizás? "Quiero escribir una secuela. La segunda parte de mi autobiografía dentro de otros 40 años. Pero mi objetivo es conseguir que sea el libro más aburrido que se haya publicado jamás. Porque no puedo afrontar más dramas en mi vida".
Hombre Lobo (Vagrant / Nuevos Medios).
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