Revolución tranquila en el pop español
El tópico rige hace muchos años: los grupos de rock son rebeldes, y los de pop, conformistas. Nada más lejos de la realidad. Sobre todo si hablamos del indie que se hace ahora en España. No vamos a encontrar grupos que dedican álbumes enteros a escupir al capitalismo, pero tampoco se renuncia a componer estribillos sobre los efectos devastadores del neoliberalismo. El mejor ejemplo es Guille Milkyway, de La Casa Azul: "Me gusta esa visión costumbrista de la conversación de bar. Cuando uno baja a tomarse una cerveza después de un día de trabajo y comparte con los conocidos tanto sus teorías acerca de la decadencia del sistema como su última discusión de pareja, la putada que le han hecho a la frutería de al lado abriendo un Mercadona, lo bonita que está su hija o lo surrealista que resulta en el año 2011 que en la tele del bar estén dando una boda real, con sus princesas, sus carruajes, sus coronas...", afirma.
"Son irresistibles esos cantos románticos incitando a la subversión popular"
En su último disco, La revolución sexual (2007), Milkyway exponía la angustia que le había producido trabajar para una multinacional alimentaria, donde se anteponía el beneficio a cualquier otro criterio, incluyendo la calidad, variedad y sabor de la comida. Terminó tomando ansiolíticos y renunciando a su puesto. "Me da la sensación de que cualquier individuo suele vivir una especie de lucha interior entre la acomodación y la rebeldía permanente. Me interesan mucho las menciones a la desorientación ante el derrumbe del sistema. Jamás me identificaría con un tipo de discurso proselitista y dogmático. También me suelen resultar irresistibles esa especie de cantos románticos incitando a la subversión popular. Es que yo soy muy sentimental", admite.
No está solo. Existe toda una generación del pop español que defiende desertar del consumismo, del estrés laboral y de la competitividad salvaje. Otro ejemplo es el Grupo de Expertos Solynieve, formación donde coinciden veteranos de Los Planetas, 091 o Lagartija Nick. Así lo ve Manuel Ferrón, uno de los compositores principales: "No solo me interesa la crítica a las instituciones y a los poderes, sino también cuestionar las actitudes mezquinas de cierta gente en los ascensores, en la cola del paro, en los conciertos...". El Grupo de Expertos ofrece incluso una alternativa vital: fomentar la cultura sureña del descanso, el disfrute y la calidez de conversar tranquilamente con los amigos.
Entre los grupos recientes destaca Litoral, una formación acústica cercana a la música mediterránea. Tocan sin electricidad, usando solamente instrumentos que pueda cargar cada músico. Eso les permite actuar con la misma comodidad en un parque municipal que en un festival de verano. Habla Pau Roca, que muchos conocerán como miembro de La Habitación Roja: "Intentamos huir de la grandilocuencia imperante. No solo en la música; también en asuntos estéticos, promocionales o de trato con la gente que nos rodea. Aparte de estos artistas que mencionas, nos identificamos con otros como Maderita o Tortel, que también reivindican la alegría, la belleza y las ganas de vivir".
Un caso curioso es el de Uke, dúo partidario de la filosofía slow. Estos días son protagonistas del spot de una conocida marca de colchones. "La campaña encaja perfectamente en nuestra forma de funcionar. Nos gusta más tocar en sitios recogidos que en grandes locales; así evitas las conversaciones y se establece una comunicación más personal con el público", dice Roberto Martín. Hace seis años vivía en Madrid, trabajaba en la tienda Popland y los fines de semana llevaba el club Barbarella, aparte de tocar en grupos. "Llegué a pensar que no disfrutaba la vida. Ahora vivo en Valencia y voy andando al trabajo. La playa es un catalizador de tranquilidad, ves las cosas de otra forma", explica.
En Internet ya circula Todas tus amigas, el nuevo videoclip de La Casa Azul, adelanto de su próximo álbum, que se publica después del verano. La canción, pegadiza y desarmante, subraya que ni siquiera entre las chicas de anuncio las cosas son tan perfectas como parecen. "El gran problema es la hegemonía cultural, filosófica, política, alimentaria o vital que incentiva este sistema perverso supuestamente libre y perfecto", sentencia Milkyway.
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