Observar lo transparente

En la serie de fotografías Niebla (Paisaje de Galicia) que recibe al visitante se intuyen, entre campos brumosos, paisajes casi abstractos. Esa tensión que se establece entre la observación y la invisibilidad queda ejemplificada en la propuesta de Ignasi Aballí (Barcelona, 1958) en la Fundación Rosón Arte Contemporáneo, comisariada por Issa María Benítez Dueñas. La exposición, pensada y producida para las salas de la fundación, es el resultado del Programa de residencias que promueve esta institución desde su inauguración en 2007 y que disfrutaron artistas como Jonathan Hernández o Tania Bruguera. El diálogo contextual que lleva implícito este tipo de proyectos, perfectamente explicado en las fotografías anteriores, se amplía en el relato y tesis expositiva: analizar y observar lo transparente, retomando un reciente proyecto presentado en la Pinacoteca de São Paulo. Esa idea de transparencia integra, en diferentes escalas y modos, la relación de obras expuestas. Cada una ejerce la función de metáforas de lo visual, desde las vitrinas que se presentan a modo de elementos escultóricos repartidos por las salas, donde color y texto ofrecen informaciones aparentemente imperceptibles, el vídeo Medir el aire formado por fotografías de cielos diseccionados en sus máximas descripciones conceptuales hasta trabajos más conocidos relacionados con las series de Listados. La presencia física de las vitrinas, mínimas y contundentes en la mirada concentrada de letras, esquemas o fotografías reproducidas en su superficie, narran y visibilizan esa idea de transparencia, el cuestionamiento de nuestra percepción, mediante la reproducción de elementos que sirven para medir o analizar lo invisible, lo que no podemos ver. Esta intención contagia los ventanales de la sala, donde se dispone una intervención de palabras en vinilos que se corresponden con los componentes que vemos a través del cristal: en el aire. Visibilizar lo principal. Una sugerente relación con la mirada, el lenguaje y los límites que Ignasi Aballí lleva a territorios de consecuencias directas, definidamente cotidianas. Preguntas desde la transparencia en el interlineado de un texto, en el vacío denso del aire, la luminosidad del cielo o el color verde que ocupa una de las vitrinas. Cuando miramos, todo sucede, también en el intermedio, en el aire.