La inmobiliaria Martinsa protagoniza la mayor suspensión de pagos de la historia
Los 5.200 millones de deuda ahogan a la promotora española con más activos y suelo - Caja Madrid, La Caixa y Banco Popular son los principales acreedores
La crisis que comenzó como aterrizaje suave ha terminado llevándose por delante a la mayor inmobiliaria del país. Y su caída es la mayor protagonizada nunca por una empresa en la historia de España. La promotora Martinsa-Fadesa, que ha sido incapaz de sobrevivir a una deuda de unos 5.200 millones de euros, fue uno de los emblemas de la época de bonanza y simboliza ahora la violenta llegada de serias dificultades para la economía. Al igual que las intervenciones de Rumasa y Banesto avisaron de la crisis de los años ochenta y noventa respectivamente, las dificultades de Martinsa se convierten en el anuncio de que lo peor está por venir.
El consejo de la inmobiliaria solicitó ayer el concurso voluntario de acreedores. La empresa asegura que pretende continuar con el proyecto y cumplir con "los compromisos de pago en el menor tiempo posible" bajo la administración de los administradores que designe el juzgado.
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El desencadenante de la crisis es la negativa de la banca a prestar más dinero
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Para ello, Martinsa propone vender activos. El problema es que lo hace en un momento en el que los compradores tanto de suelo como de viviendas están paralizados. El presidente y mayor accionista, Fernando Martín, abandonará la presidencia del G-14, el lobby con el que las grandes inmobiliarias pretendieron limpiar la imagen del sector. Parece que no lo han conseguido.
El consejo de Martinsa-Fadesa estuvo reunido desde primera hora de la tarde hasta las nueve de la noche para decidir su futuro. La banca había lanzado un ultimátum y no estaba dispuesta a dar más oportunidades a la empresa. Fuentes que participaron en la reunión mencionaron las presiones que recibieron para no dejar caer a la mayor inmobiliaria de España por valor de activos -10.800 millones de euros- y por cartera de suelo -28,7 millones de metros cuadrados-, que además dispone de 173.000 viviendas en cartera. Otras fuentes apuntan que la negativa de la banca extranjera ha sido decisiva en la decisión final. La suspensión de Martinsa supondrá un golpe mortal a la imagen exterior del sector.
La promotora que preside Fernando Martín ha pagado muy cara la compra de Fadesa a Manuel Jove. Hace tan sólo dos meses la inmobiliaria se salvó por los pelos de la suspensión de pagos. Cerró la renegociación de una deuda de 4.000 millones de euros con 45 entidades financieras. En cabeza están Caja Madrid, que prestó 800 millones a Martín, y La Caixa, con una cantidad algo menor. Le siguen el Banco Popular, cuyo peso en el préstamo sindicado ronda los 400 millones.
El acuerdo de mayo incluía numerosos requisitos que la inmobiliaria se ha visto incapaz de cumplir. La crisis final se desató el pasado viernes por una cantidad nimia si se compara con lo enorme de la deuda. Martín acordó con sus acreedores que en junio debía conseguir un préstamo de 150 millones para desarrollar proyectos de inversión en el exterior. La promotora creía que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) le prestaría el dinero, pero el organismo dependiente del Ministerio de Economía se negó en redondo a comprometerse con un sector en estado de coma, al igual que todas las demás entidades financieras. Fuentes del ministerio aseguran que el ICO no puede prestar fondos que se destinarían a refinanciar deuda.
La empresa recibió la negativa final del ICO el 7 de julio y reconoció ayer que también pidió a las entidades del sindicato bancario los 150 millones que necesitaba. Tuvo la negativa por respuesta en todos los casos y el viernes comunicó que había pedido una prórroga hasta el 7 de agosto para lograr el dinero. Los bancos ni siquiera han contestado a esa solicitud de aplazamiento.
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