IBM y Google cercan a Microsoft
El buscador completa sus programas gratuitos de cálculo y procesador de textos con una versión propia del Powerpoint de la marca de Gates. El paquete de IBM Symphony se descarga de la Red
Y Bill Gates tenía razón. Una vez más. Aunque al hombre más rico del mundo, y primer accionista de Microsoft, se le hagan chirigotas con sus profecías fallidas, también acierta. Como cuando dijo que el PC Tonto era una tontería; o cuando se atrevió a señalar, en plena efervescencia de Google, que su competencia, su gran rival, no era el buscador, sino IBM. La pasada semana, el nubarrón que previó Gates se hizo realidad. IBM puso gratis en Internet Symphony, un paquete de programas que compite directamente con el Office de Microsoft: procesador de textos propio (frente al Word del Office), hoja de cálculo (frente al Excel) y presentaciones públicas (frente al PowerPoint), las tres aplicaciones más usadas en cualquier pequeño negocio. Y mientras el Office cuesta alrededor de 100 euros, el Symphony es gratis.
Ya existían en Internet alternativas gratuitas al dominio de Microsoft en la oficina, como es el caso del Star Office, pero, por desconfianza o por problemas de compatibilidad con diferentes versiones de Linux, no ha cuajado. Ahora quien está detrás de Symphony es nada menos que IBM, una firma con solera y, además, incrustada en el ámbito empresarial. Office domina absolutamente el mercado. Sólo en EE UU lleva vendidos 71 millones desde que salió su última versión en enero. El pasado año Microsoft ingresó 10.000 millones de euros gracias al Office.
Pero el Office también se vende a teletrabajadores, a autónomos acostumbrados al Word y a una hoja de cálculo simple para sus pagos trimestrales a Hacienda. En ese nicho doméstico entra Google, con sus programas intuitivos y prácticos.
El mismo día que IBM anunció su Symphony, Google completó sus gratuitos procesador de textos, agenda, hoja de cálculo con la pieza que le faltaba, Presentations, la versión de PowerPoint. Y todo ello con la posibilidad de trabajar el documento en equipo y en tiempo real a través de Internet.
En enero de 2006, en su habitual homilía de Las Vegas, Bill Gates dijo: "La mayor compañía de la industria tecnológica es de lejos IBM. Tiene cuatro veces los empleados que yo tengo y muchos más beneficios. IBM siempre ha sido nuestro mayor competidor, pero a la gente no le gusta escribir sobre IBM. La Prensa prefiere escribir de Google y Apple". Pues bien, la amenaza ya está aquí. Se llama Symphony y es, efectivamente, de IBM.La ofensiva de IBM y Google llegó, casualidad o no, después de que el Tribunal de Justicia de Luxemburgo corroborara la sanción de la Comisión Europea contra Microsoft. Y también (y no menos importante) pocos días después de que el Organismo Internacional de Estandarización (ISO) rechazara el formato Open XML, propuesto por Microsoft como estándar para identificar documentos (textos, hojas de cálculo, presentaciones, gráficos).
Desde hace tiempo, los Estados reclamaban la adopción de un formato que garantizara que toda la documentación generada por ordenador pudiera ser guardada y recuperada después con independencia del programa que la generó. "Este problema técnico lo resolvió el XML (Extended Markup Language), un lenguaje de etiquetas que entienden las máquinas y los humanos, aunque sin las facilidades que los programas ofrecen. Sobre la base de XML se desarrolló Open Document Format (ODF o OpenDoc), que también permite almacenar y recuperar todo tipo de documentos y, desde 2006, es estándar ISO", explica el catedrático de ciencias de la computación en la Universidad de Valencia, Gregorio Martin. Es decir, se trata de una norma abierta y accesible para cualquier desarrollador de aplicaciones, a diferencia del OpenXML, que a pesar de estar basado en ODF, Microsoft se reserva el copyright.
El Symphony de IBM está basado en OpenDoc lo que garantiza su compatibilidad con múltiples aplicaciones. La de Google sirve para crear y compartir presentaciones en red. La aplicación, en 25 idiomas, permite a múltiples personas trabajar a la vez.
Larry Ellison, el jefe de Oracle y rival (por decirlo suavemente) de Bill Gates señaló hace tiempo que, para el futuro de Microsoft regalar el sistema operativo Windows o dejar abierto su código, era irrelevante. Para Ellison la clave del negocio de Microsoft era Office, el lote de programas de oficina. Se calcula que hay más de 500 millones de personas que lo emplean (la última versión cuesta unos 180 euros) y supone el 30% de ventas de Microsoft.
IBM ya competía sin éxito con Microsoft con Lotus (135 millones de copias vendidas), antes de desafiar al poderío de Office con Symphony. La compañía prosigue su apuesta por el software libre: desde 2000 sus servidores corren bajo Linux y compiten con los sistemas de Microsoft. Hace dos años cedió 500 de sus patentes a la comunidad de desarrolladores libres y el día que presentó Symphony, el gigante azul también anunció que se integraba en el consorcio Open Office.
No es el único movimiento estratégico de la semana. Yahoo! ha comprado Zimbra, compañía que vende aplicaciones de correo y servicios de alojamiento a empresas, universidades e ISP, por 350 millones de dólares. Otro de los negocios de Microsoft con su plataforma Exchange, y también de Google, que lo ofrece desde principios de año.
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