Unos tribunales colapsados
Los juzgados se ven incapaces de resolver los miles de litigios que reciben
Si un madrileño fuera a su centro de salud y le dieran cita para dentro de dos años, se llevaría las manos a la cabeza. Si ese mismo madrileño pidiera una plaza para su hijo en un colegio público y no la tuvieran hasta dentro de dos cursos, pondría el grito en el cielo. Pues algo parecido ocurre en otro sector de la Administración regional y pocos parecen quejarse. Los tribunales de la Comunidad de Madrid están superados por miles y miles de casos que se amontonan desde hace años y muy pocos protestan. La crisis ha hecho aumentar los litigios en un sistema judicial que, según los sectores afectados, se ve sin medios suficientes para atajar el problema. Algunas jurisdicciones como la mercantil o lo social están abrumados por la crisis. En algunos casos se está citando para 2013.
En la Comunidad hay 528 sedes en las que trabajan 6.761 funcionarios
"Cuando pedimos folios, nos los dan contados", afirman desde el sindicato
En la Comunidad de Madrid hay 528 juzgados en los que trabajan 6.761 funcionarios. Las cifras así dichas parecen muy altas, pero también lo son el número de demandas y de denuncias que se presentan cada año en la región. Esta cuenta con dos claras desventajas. Por una parte, aquí es donde están las sedes centrales de la mayoría de las empresas. Cualquier problema que acabe en los tribunales llegará a las sedes madrileñas. A eso se une que también están las cabeceras de los ministerios, por lo que un problema contencioso-administrativo o de un funcionario lo tendrán que ver los jueces madrileños.
Los sindicatos del sector se han quejado durante los últimos años, sin obtener ningún resultado. Un simple paseo por los 32 juzgados de lo penal de la calle de Julián Camarillo (San Blas) basta para ver la falta de medios de que adolece la justicia madrileña. Allí cuatro forenses se encargan de elaborar los informes de todos los casos, incluidas las ejecuciones de las sentencias. Eso hace que cada médico vea una media de 500 casos al año. "No nos da tiempo para hacer bien nuestro trabajo. Si tenemos que leernos todo el caso, entrevistar a la víctima, asistir a juicios y redactar los informes, entre otras muchas cosas, nos faltan horas al día", reconoce un facultativo. En el día a día de los juzgados la cosa no mejora. La escasez de personal hace que la baja de un simple trabajador (hay cuatro por juzgado) paralice casi al completo la actividad. Cada año suelen entrarles unos 700 asuntos y los jueces dictan 500 sentencias. "Muchas veces los casos están a punto de prescribir porque no hay tiempo material de celebrar la vista oral. Encontrar a los acusados es casi una odisea. Existe una gran movilidad y eso retrasa mucho los juicios", afirma un funcionario.
El caso se agrava si se habla de la informática judicial, que, según sus usuarios, resulta "obsoleta" para la carga de trabajo que hay. En los juzgados de lo penal se oye a menudo una frase que se repite en todos los estamentos de la judicatura: "Esto funciona porque la gente le echa muchas ganas y voluntad". Muchos juicios terminan a las seis o las siete de la tarde. O incluso más tarde. El funcionario no recibe ninguna compensación por esta prolongación de la jornada laboral. "Siempre decimos lo mismo. El Consejo General del Poder Judicial propone y la Comunidad de Madrid dispone. Como no hay dinero, no se hace nada por mejorar esto", critica el vocal del Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ), Francisco López. "Cuando pedimos bolígrafos o folios, nos los dan contados. A veces nos hemos quedado hasta sin papel de oficios y hemos tenido que ir a otros juzgados para imprimirlos", añade López.
La situación en otros juzgados de la región no mejora. Al revés suele resultar peor, como el caso de Aranjuez, que ocupa un edificio protegido construido hace 200 años. Eso hace que la sede carezca de ascensor y resulte un problema para las personas con problemas de movilidad, según reconoce la decana Desirée Múgica. Cada uno de los tres juzgados (a principios de año se creó el cuarto) atendió 1.128 casos civiles y 2.879 penales. Y eso que este partido judicial solo atiende a cuatro municipios: Aranjuez, Belmonte de Tajo, Colmenar de Oreja y Villaconejos. Eso sí, tiene la cárcel, con unos 1.500 reclusos, lo que le genera muchos procedimientos. Entre los problemas de esta sede está la falta de limpieza. "Falta hasta el papel del servicio. Los servicios de la planta baja están tan sucios que no se pueden ni utilizar", destaca Múgica.
La solución para estos juzgados de Aranjuez llegará a finales de año. Un edificio en el barrio de la Montaña, en el que ya se encuentra el número 4, acogerá a finales de año a los otros tres restantes. Eso sí, surgirán otros problemas como la falta de medios de transporte adecuados para los trabajadores y para los usuarios. Solo hay un autobús que tarda bastante en pasar.
Ante este panorama, la Comunidad de Madrid tira de cifras para intentar argumentar que se han invertido 2.311 millones de euros en los últimos ocho años, los mismos que gobierna Esperanza Aguirre. "Se ha aumentado el personal, se han modernizado los sistemas informáticos y se han mejorado algunos edificios. No se trata tanto de aumentar los juzgados como el número de jueces. Según nuestros cálculos, necesitaríamos unos 100 magistrados más para solucionar este problema", afirma el director general de Justicia, Gonzalo Quiroga Churruca.
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