El alcalde dedica el primer bando de su mandato a las víctimas del atentado
Gallardón hace un llamamiento para evitar que "el miedo invada la convivencia"
La desgracia del 11-M obligó ayer a Alberto Ruiz-Gallardón a dedicar su primer bando como alcalde de Madrid al recuerdo del mayor atentado terrorista sufrido en la capital de España. Ruiz-Gallardón leyó un texto de tres páginas que será distribuido por comercios y centros públicos de la ciudad y en el que llama a los ciudadanos a solidarizarse con las víctimas y a "entender que el ataque no procede de ninguna raza, de ningún país, de ninguna creencia política y, mucho menos, de ninguna religión". "El instinto de destrucción que nos ha atacado es poderoso. Debemos entenderlo para combatirlo", advierte el alcalde. Y añade: "No permitamos que el miedo invada la convivencia".
"Ciudadanos de Madrid: la ciudad ha sido atacada...". Con un tono casi de estado de sitio comienza el bando que el primer edil leyó ayer ante los periodistas en la Casa de la Villa, y que ahora será llevado a la imprenta para distribuirlo después por la ciudad. Es el primer bando de Ruiz-Gallardón, después de los 43 que publicó el ex alcalde José María Álvarez del Manzano, sobre los más variados asuntos, en sus 12 años de mandato o la ya célebre colección de escritos que dejó Enrique Tierno Galván durante el gobierno municipal socialista de los primeros años ochenta.
De unos y otros se diferencia el del ahora regidor desde el encabezamiento: el tradicional "Madrileños: ..." con el que comenzaban aquellos ha dado paso a un más genérico "ciudadanos de Madrid: ...". Y es precisamente eso lo que quiso subrayar ayer Ruiz-Gallardón: la "histórica naturaleza de encrucijada" de la capital, el hecho de que aquí vivan no sólo madrileños de origen, sino ciudadanos que proceden de una multitud de países.
Según el alcalde, lo que los terroristas han querido atacar es "nuestro modelo de convivencia abierto y tolerante", porque "los promotores de un mundo uniforme no pueden soportar el ejemplo de mestizaje e interculturalidad que ofrece esta ciudad". Por eso insta a los ciudadanos a "defender la riqueza de Madrid" y a no permitir que "el miedo invada la convivencia". Y les pide que estén estos días al lado de todas las víctimas, que no dejen solos a los allegados de aquellos que "venían a engrandecer Madrid con su esfuerzo", los inmigrantes.
Ruiz-Gallardón no ha querido poner nombres o adjetivos al grupo terrorista que sembró el pánico en la ciudad el 11-M. Y tampoco ha querido distinguir entre unos grupos y otros: es "el terrorismo que azota a todo el planeta, y que ya habíamos padecido antes" -no dice si en España o en otro país- el responsable de que "estudiantes, trabajadores y personas sencillas" hayan sido asesinados.
El bando es un "edicto o mandato solemnemente publicado de orden superior" con el que, tradicionalmente, los alcaldes dan a conocer a sus ciudadanos cuestiones de tipo administrativo o eventos que se producían en la ciudad. Los del socialista Tierno Galván eran auténticas piezas literarias, y el popular Álvarez del Manzano, en otro estilo, publicó en una década más de cuarenta bandos sobre bodas, nacimientos y defunciones reales, campañas de vacunación antirrábica, visitas del Papa, homenajes, ordenanzas de carga y descarga o huelgas de autobuses. Dirigentes del equipo de Ruiz-Gallardón afirmaban ayer que éste limitará probablemente los bandos a las ocasiones "solemnes".
Reunión con asociaciones
El alcalde se reunirá hoy con representantes vecinales, entre ellos el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Prisciliano Castro, que le transmitirán las necesidades económicas de muchas víctimas de los atentados que tienen, por ejemplo, serios problemas para pagar sus casas cuando el cabeza de familia ha fallecido o se encuentra incapacitado. El Ayuntamiento pretende canalizar a través de las asociaciones en los distintos distritos la atención a los supervivientes del 11-M.
Además, Ruiz-Gallardón asistirá mañana al funeral católico que se celebrará en la explanada del aparcamiento de la estación de Pozo del Tío Raimundo, en Entrevías, una de las tres que sufrieron los atentados terroristas. El alcalde no asistió, sin embargo, a la oración celebrada ayer en la mezquita de Tetuán, también en memoria de las víctimas del 11-M.
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