Onda expansiva millonaria

La huelga salvaje de los controladores provocará "varios cientos de millones de euros" de pérdidas en la ciudad de Madrid. El cálculo lo hacía ayer el concejal de Economía, Empleo y Participación Ciudadana, Miguel Ángel Villanueva. Hoteles, comercios y restaurantes son los grandes perjudicados. El aeropuerto de Barajas aporta el 10% de la riqueza (PIB) de la ciudad y el 9,3% de la regional.

La Asociación Empresarial Hotelera de Madrid estima que el caos aeroportuario puede restar 300.000 visitantes a la región en este puente, fecha punta en la afluencia de turistas. Quiere presentar una querella "contra los controladores o contra AENA

[Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea]", según anunció su presidente, Jesús Gatell.

La falta de clientes causará "pérdidas importantes", dicen los comerciantes

El Consistorio dice que muchas tiendas venden más en el puente que en Reyes

Los hoteleros se querellarán contra "AENA o los controladores"

El Ayuntamiento esperaba superar la cifra de turistas del año pasado

El daño rebasará las fronteras madrileñas, según estos responsables. "El impacto negativo en la imagen de Madrid y de España es incalculable", dijo el edil tras acusar a los encargados del tráfico aéreo de "haber secuestrado a una ciudad y a un país". El presidente de los hoteleros coincide con la previsión del concejal: "Además de caótica, la situación es nefasta para la marca España. Se le causa un daño importante tanto a ella como a la marca Madrid. Tardaremos mucho en recuperarnos de este perjuicio que llega cuando el sector se recobraba", afirmó. Gatell cree que las consecuencias durarán "semanas" y se traducirán en "muchísimos millones" perdidos. La Consejería de Economía, que carece aún de estimaciones, asegura que echará los números de esta crisis. Confía en que el fuerte peso del turismo nacional en diciembre amortigüe los efectos, señaló un portavoz.Los hoteleros madrileños, con los establecimientos a rebosar pero con riesgo de "overbooking técnico" según Gatell, ya barajan exigir responsabilidades ante los tribunales. La Asociación Empresarial Hotelera de Madrid celebrará el martes una junta extraordinaria para evaluar los daños ocasionados por la huelga salvaje de los controladores. "Entonces veremos cómo interponer una querella criminal por el estado de indefensión en que nos han dejado con una actuación que roza lo penal", afirma el presidente. La junta también decidirá quién es el querellado, "si es AENA o los controladores".

El jarro de agua fría que ha supuesto el cierre de Barajas al comienzo del puente llega en mal momento. Para el comercio, especialmente el pequeño, el encadenamiento festivo de la Constitución y la Inmaculada iba a ser el gran bálsamo tras un año de fuerte crisis, según el concejal de Economía. "Es el momento de mayores ventas del año, para muchas tiendas incluso superior a los días previos a Reyes", detalló Villanueva.

Muchos de los clientes que suelen colmar los establecimientos en estas fechas no han podido llegar a la ciudad y la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (COCEM, que asegura representar a 40.000 establecimientos de la región) pone el grito en el cielo. Ayer afirmó que el caos aéreo "ha reventado" las ventas de los días en que se registra la mayor facturación. "En un momento en que el sector del comercio está sobreviviendo con grandes esfuerzos, no permitir que miles de turistas lleguen provoca importantes pérdidas en el sector", aseguró esta organización en un comunicado. También lamentaba que, tras el esfuerzo realizado para dinamizar las ventas, "una irresponsabilidad de los controladores aéreos sea capaz de parar el turismo, la primera empresa de nuestro país".

Aunque la capital recibe un gran número de visitantes extranjeros (lo era el 52% de los llegados el pasado octubre), el puente de diciembre es el momento álgido de las visitas de españoles. Muchos llegan en coche o tren. "Estamos muy agradecidos a Renfe porque haya organizado servicios extraordinarios", dijo Villanueva.

Las grandes previsiones municipales para este puente han quedado en papel mojado. El Ayuntamiento había anunciado su confianza en que, al calor de las luces navideñas y de la larga vacación, se superaran las "extraordinarias" cifras de turistas que se habían registrado en las mismas fechas del año pasado. El turismo supone el 5% del PIB de la capital. La región ofrece en torno a 100.000 camas.

"Los hoteles tenían previsto un lleno total durante el fin de semana y del 80% en el resto del puente", afirmó el edil. El presidente de los hoteleros, Jesús Gatell, corroboraba esas cifras y añadía otras. "Este año esperábamos batir el récord de visitantes en la Comunidad de Madrid y llegar a los 9,6 millones, pero el caos en Barajas puede provocar que no lo alcancemos". Calcula que el cierre del espacio aéreo impedirá la llegada de "300.000 personas". Pero otras muchas se quedarán contra su voluntad, ya sea en casa, ya sea en el hotel. En los establecimientos, quienes no han podido salir ocupan la plaza de quienes no han logrado llegar. Muchos recepcionistas no daban ayer abasto. "Esto es como la crisis de la ceniza volcánica [las emisiones de un volcán islandés que trastornaron el tráfico aéreo en buena parte del planeta el pasado mes de abril], pero concentrado todo aquí", comparó uno de ellos cuando por fin logró atender la llamada.

Gatell, miembro de una comisión consultiva de la Cámara de Comercio, recalca que el daño al turismo se dejará sentir más allá de los hoteles. "Un turista gasta de media 187 euros al día. Solo la mitad se dedica al alojamiento. El resto se reparte entre taxistas, restaurantes, teatros...".

En ese último caso, no es solo la dificultad para llegar hasta el patio de butacas. También la de alcanzar el escenario. El Teatro Real tuvo que suspender ayer el estreno de La finta giardiniera. El maestro René Jacobs y la Freiburger Barockorchester se quedaron en tierra por culpa de los controladores. Y el público, al que se devolverá el importe de la localidad, se quedó sin escuchar esa pieza de Mozart. Al anunciar la cancelación, el teatro aseguró que espera "el desarrollo de los acontecimientos" para ver si tendrá o no lugar la función del domingo.