Aguirre anuncia la privatización de los nuevos Teatros del Canal

Inesperadamente, Esperanza Aguirre asistió ayer a una rueda de prensa de un espectáculo del Festival de Otoño (era la primera vez que lo hacía), que anoche inauguró el italiano Nicola Piovani. Estuvo rodeada de la directora Deborah Warner y la actriz Fiona Shaw -que estaban allí para hablar de su aclamado montaje de Días felices, de Samuel Beckett, con el británico National Theatre-, así como del consejero de Cultura y Turismo, Santiago Fisas, y del director del festival, Ariel Goldenberg.

Cuando la presidenta llegó al poder intentó paralizar el proyecto por ser muy caro

Preguntada sobre la fecha de estreno de los Teatros del Canal, proyecto escénico que estaba previsto inaugurar en 2006, Aguirre le pasó el testigo a Fisas: "Estamos trabajando para que se produzca coincidiendo con la celebración del Festival de Otoño del año que viene".

Antes, Aguirre había dejado claro que las obras no cumplen los plazos ("a la hora de rematar, ya se sabe que las obras se retrasan", dijo). Pero lo verdaderamente importante, al menos para los amantes de lo público, se lanzó poco después: "Los Teatros del Canal serán de gestión privada a través de un concurso en el que habrá un pliego de condiciones muy estricto", señaló el consejero, a lo que la presidenta añadió, para aquellos que no lo tuvieran claro: "Creemos en la gestión indirecta, que la titularidad sea pública, pero que lo gestione la empresa privada". El programa del PP que llevó a la presidencia a Esperanza Aguirre los describía como "el gran complejo público al servicio del teatro y de la danza". Un gran complejo que estaría listo en 2006. Ahora, un año después, se contempla su inauguración para 2008.

Aguirre ya protagonizó en 1993, siendo concejal de Cultura del Ayuntamiento madrileño, la sonada privatización del Teatro de Madrid.

"Madrid es la capital española del teatro, y eso es un atractivo inmenso para nuestra ciudad", señaló Aguirre. "El teatro público es un complemento del privado, para el que sería imposible traer espectáculos como los del Festival de Otoño o montar clásicos con muchos actores en escena", señaló el consejero, quien al ser preguntado si esto del Canal es como lo de la escuela concertada, sólo apuntó que son cosas totalmente distintas, y recordó que el teatro Albéniz, que dice estará abierto hasta que se inauguren los Teatros del Canal, es todo privado, menos la directora, Cristina Santolaria, que es funcionaria de la Comunidad de Madrid.

"Estos teatros no son nada rentables para un empresario, porque las condiciones son tremendas", afirma Enrique Cornejo, presidente de honor de La Asociación de Productores de Teatro de Madrid y de la Asociación de Empresarios de Locales de Madrid, en las que están la mayoría de los productores madrileños. Cornejo, además, es uno de los empresarios que se quedaron con el Teatro Auditorio del Escorial, un proyecto que Alberto Ruiz-Gallardón, cuando estaba al frente de la Comunidad de Madrid, quería convertir en el Salzburgo español y que Esperanza Aguirre sacó a concurso.

Los Teatros del Canal fueron proyectados por Juan Navarro Baldeweg, quien dividió los 35.520 metros cuadrados en dos teatros, uno a la italiana y otro polivalente, y un centro de danza con 11 salas. El presupuesto era de 50 millones. Cuando Aguirre hizo su primera campaña para acceder a la presidencia de la Comunidad, se comprometió a poner en marcha en 2006 los Teatros del Canal. Cuando llegó al poder dijo que eran muy caros e intentó paralizar el proyecto. En noviembre de 2004 decidió proseguir con el proyecto, al que dotó de otros 40 millones.

La Consejería de Cultura afirma que lo que falta para la inauguración de este espacio es el estudio escenotécnico, lo que aumentará el presupuesto.Mientras, varias personas implicadas en el proyecto aseguran que los trabajos van a un ritmo muy lento y calculan que para que los teatros funcionen faltan todavía años.

La Comunidad tiene contrato de arrendamiento con la propiedad del teatro Albéniz hasta diciembre, y de momento no han firmado ninguna prórroga. La sala fue comprada por el grupo inmobiliario Monteverde en 2006, después de que la Comunidad dejara perder el grado de protección que tenía este teatro y no recurriera la sentencia que posibilitaba la conversión de este espacio en otra cosa. La Comunidad reconoció haber cedido ante las presiones de los entonces propietarios del Albéniz a cambio de que mantuvieran el contrato de alquiler hasta la inauguración de los Teatros del Canal.

Hay una plataforma profesional en la que están agrupados directores, actores y la totalidad de los sectores de la profesión escénica desde la que se trata de dar continuidad al teatro Albéniz en el mismo espacio en el que hoy está, pero construido de nuevo con unos mínimos de calidad.