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Reportaje:

Gran ciencia para capear la crisis

Europa amplía su mapa de infraestructuras de investigación a 44 centros

Una decena de nuevas grandes infraestructuras de investigación ha sido incorporada al mapa estratégico de la Europa científica, como instalaciones que deben ayudar a los equipos, en sus laboratorios, en los próximos 10 ó 20 años y servir como pilares del área común de investigación. Se trata de propuestas como laboratorios de alta seguridad biológica para investigar patógenos humanos, una instalación para ensayar tecnologías de almacenamiento de CO2 o un sistema de radar para estudiar la atmósfera terrestre. Esta decena de nuevos proyectos (que se añaden a los 34 que formaban ya el mapa) han sido anunciados por el Foro Estratégico Europeo para Infraestructuras de Investigación (Esfri), en una conferencia celebrada la semana pasada en Versalles y convocada junto con la Comisión Europea y la presidencia francesa de la UE.

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"Necesitamos más dinero -17.000 millones de euros- y la mayor parte vendrá de los presupuestos nacionales de investigación, pero no se trata de un coste, sino de una inversión", resaltó Janez Potocnik, comisario europeo de investigación, mediante videoconferencia con Versalles. El mapa de las infraestructuras, puntualizó, es un catalizador que debe disparar el desarrollo de los planes nacionales. De hecho, son los presupuestos de cada país los que costean estas grandes instalaciones científicas europeas en su mayor parte, con una ayuda económica de la Comisión Europea (730 y 1.700 millones de euros en los programas marco sexto y séptimo, respectivamente). La función de Esfri es identificar necesidades comunes, coordinar esfuerzos y facilitar el uso eficaz de infraestructuras de máximo nivel.

Estas instalaciones deben ser complementarias de las numerosas infraestructuras nacionales existentes, de las que una buena muestra se pudo visitar, alrededor de París, en el marco del congreso, desde el nuevo sincrotrón francés Soleil -similar al que se construye en Barcelona- hasta los láseres intensos de la Escuela Politécnica.

Carlo Rizzuto, presidente de Esfri, destacó que el mapa de las infraestructuras "es una ocasión de oro para avanzar en la integración europea" y, ante la coyuntura actual proclamó: "No desaprovechemos la crisis". En la reunión destacaron los llamamientos de los delegados de los nuevos países de la UE, los de la Europa del Este, reclamando ser tenidos en cuenta en el plan de las nuevas infraestructuras.

España aspira a una gran instalación: la fuente de espalación de neutrones (ESS). Es un acelerador cuyos haces de partículas han de actuar como un microscopio muy especial para estudiar la estructura, la dinámica y el funcionamiento de sistemas complejos, desde muestras inorgánicas hasta biomateriales. Su coste de construcción es de 1.300 millones de euros y podría estar lista en 2019.

Bilbao lucha como candidata para la ESS con Suecia (en un consorcio escandinavo) y Hungría, aunque este último competidor parece últimamente desinflado frente al empuje sueco. "La decisión debería tomarse antes de finales del próximo junio, bajo presidencia checa", comentó Rizzuto a este periódico. "Después de esa fecha entran Suecia, España y Hungría en el turno de presidencia europea, justo los países aspirantes a tener en su territorio la gran instalación".

El ESS es una de las 34 instalaciones que ya estaban aprobadas en el plan de 2006, unas en diseño y otras más avanzadas.

Ahora se añaden tres proyectos de ciencias medioambientales, cuatro de ciencias médicas biológicas, uno de energía, uno de materiales y equipamiento analítico y uno de astrofísica. Son, en concreto: el sistema de radar para atmósfera terrestre EISCAT 3D (coste de construcción: 250 millones de euros); el observatorio de tectónica de placas EPOS (500 millones); el observatorio de procesos geofísicos, químicos y biológicos SIAEOS (50 millones); el centro europeo de recursos de biología marina EMBRC (100 millones); la plataforma de biología química EU-Openscreen (40 millones); la instalación de imagen biomédica EuroBioImaging (370 millones); los laboratorios de alta seguridad biológica BSL-4 (174 millones); el centro de almacenamiento de carbono ECCSEL (81 millones); el laboratorio de campo magnético EMFL (120 millones) y el telescopio de rayos gamma CTA (150 millones).

Cámara de la instalación de láser intenso de la Escuela Politécnica (Saclay, junto a París).
Cámara de la instalación de láser intenso de la Escuela Politécnica (Saclay, junto a París).A. R.
Valeri Masson-Delmotte, con muestras de hielo de la Antártida.
Valeri Masson-Delmotte, con muestras de hielo de la Antártida.A. R.
Michel van der Rest, director del sincrotrón francés Soleil.
Michel van der Rest, director del sincrotrón francés Soleil.A. R.

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