Un obispo 'retenido' en la mesa electoral

El obispo de Tortosa (Baix Ebre) quiere pero no puede oficiar misa el domingo de las elecciones catalanas. El sorteo para designar los miembros de las mesas electorales del próximo 28 de noviembre seleccionó por azar a Xavier Salinas, de 62 años y titular de la diócesis tortosina. En principio, el clérigo debería asistir toda la jornada como presidente de mesa de un colegio electoral instalado en el núcleo viejo de la localidad. El obispo, sin embargo, estudia fórmulas para librarse de esta obligación para poder oficiar una ceremonia. Por ello medita impugnar ante el juzgado el sorteo que le seleccionó para colaborar como miembro de la mesa electoral alegando motivos laborales.

A Salinas, que suele aprovechar los domingos para visitar otras parroquias de su diócesis, le falló la inspiración divina para sospechar que podía resultar uno de los seleccionados en el sorteo electoral. Por ello se comprometió con anterioridad a que el día de las elecciones acudiría a administrar el sacramento de la confirmación en la parroquia de Villalba dels Arcs (Terra Alta), a unos 40 kilómetros de la mesa que debe presidir ese mismo día. "Tenía este compromiso adquirido con antelación y sería una lástima no poder cumplirlo", ha explicado un miembro de la diócesis de Tortosa.

Para lograrlo, el obispo debería obtener una autorización de la junta electoral o bien saltarse la ley. No cumplir con las obligaciones electorales supone una pena de arresto de siete a quince fines de semana, lo que impediría al prelado acudir a muchos otros oficios. La opción que estudia el obispado es impugnar el sorteo alegando "motivos laborales", decisión que Salinas tomará la semana que viene.