Zapatero impone una tregua entre Blanco y Gómez

No ha sido una sorpresa para casi nadie pero aun así, la preocupación invadió ayer las filas socialistas de todos los rincones de España. Una intervención del secretario general del PSM, Tomás Gómez, quejoso con la actitud del vicesecretario general del PSOE, José Blanco, según desveló EL PAÍS en su edición de ayer, no ha hecho sino aflorar la mala relación entre ambos políticos. La respuesta inmediata la ha articulado el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha transmitido indirectamente el mensaje de no alimentar la polémica. Ambos le harán caso, por supuesto, de momento, pero la caja de los truenos ya se ha abierto entre el líder del PSM, que ganó la secretaría general con el apoyo explícito de Zapatero hace casi tres años, y su mano derecha, José Blanco, una de las referencias fundamentales para todos los socialistas.

La razón de fondo del malestar de Tomás Gómez con Blanco tiene relación directa con las dudas que el número dos del PSOE tiene respecto a la idoneidad de Gómez como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid en las elecciones del próximo año. Así lo cree el propio Gómez al afirmar que Blanco no quiere que sea el candidato a la Comunidad de Madrid. Esta certeza es la que ha hecho que el político madrileño rete a quien pretenda poner trabas a su candidatura, por lo que está dispuesto a presentarse a un proceso de primarias para elegir al candidato.

La crítica de Gómez a Blanco arrancó en el acto que ambos compartieron el pasado 25 de abril en la localidad madrileña de Fuenlabrada. El líder del PSM lo notó "frío", aunque el ministro de Fomento le mencionó en tres ocasiones y animó a los socialistas madrileños en general, ya que cree posible que el PSM consiga que el PP pierda la mayoría absoluta, según señalan en su entorno.

Pero para Gómez hubo contraste, según dijo en la ejecutiva, entre la actitud de Blanco y la del presidente del PSOE, Manuel Chaves, que este pasado domingo compartió el día de la Comunidad de Madrid con los socialistas madrileños. A los ojos del líder de Madrid, el presidente del partido estuvo cálido y afectuoso. Ahora bien, Chaves habló ayer con Gómez y con la portavoz de la asamblea, Maru Menéndez, para recordarles que no hay razón para hablar de candidatos porque el proceso no se ha abierto.

La polémica ha sobrepasado los límites de Madrid porque para el resto del PSOE lo que queda es la preocupación porque Gómez reprocha a Blanco que con sus "gestos" puede beneficiar a Esperanza Aguirre.

Aunque desde la dirección federal se lanza el mensaje de "enfriar" la polémica, todo ya son cábalas respecto a si José Blanco va a dar la batalla para que Gómez no sea candidato o, por el contrario, este tiene la fuerza suficiente como para alzarse en el cartel electoral.

Desde el entorno de Gómez ayer se transmitió que cuenta con el 80% del PSM. No obstante, miembros de la ejecutiva federal señalan que Tomás Gómez fue elegido secretario general porque se supo de inmediato que así lo quería José Luis Rodríguez Zapatero. Además, el líder saliente, Rafael Simancas, pidió a su grupo que le apoyara. Ahora bien, ¿Zapatero va a permitir esa guerra abierta? Esta pregunta no tiene, de momento, respuesta.