Triple juicio con Marbella al fondo
Desaparecen 27 tomos del sumario del 'caso Ballena Blanca' y el juez anula una parte sin buscar al responsable - Las negligencias condicionan dos procesos
Confluyen estos días tres importantes procesos con un mismo argumento (la corrupción), tres protagonistas que son letrados y un epicentro, Marbella. Dos de estos juicios pueden fracasar por nulidad de las pruebas, negligencias imperdonables, o por documentos que resultan ser falsos. Tres juicios (dos en Málaga y uno en Granada) y tres acusados muy significativos: Fernando del Valle, imputado por blanquear dinero para mafiosos (caso Ballena Blanca); Francisco Javier de Urquía, juez de Marbella acusado de soborno, y José María del Nido, que facturó decenas de minutas millonarias por trabajos presuntamente no hechos como asesor jurídico de Marbella. Desfilarán por el estrado alcaldes, concejales, narcotraficantes, abogados, notarios, empresarios, jueces y policías.
Por el estrado pasarán alcaldes, narcotraficantes, jueces y policías
Los procesos son un aperitivo del juicio más esperado, que se presume para fin de año, el del caso Malaya. Pero ofrecen una pincelada gruesa del modelo Marbella, que inspiró una forma de gestión pública que se extendió por España: el uso de comisiones y la ingeniería de convenios urbanísticos para convertir la política municipal en fuente de riqueza para unos pocos. Marbella fue el origen de un fenómeno que nace en Ballena Blanca y termina, de momento, en la trama Gürtel. A partir del primer caso se aplican nuevas técnicas policiales, crece la brigada antiblanqueo y abre nuevas sedes la Fiscalía Anticorrupción.
Todo empezó en marzo de 2005 cuando se destapó la Operación Ballena Blanca, considerada entonces el mayor golpe policial en Europa a una red de blanqueo. Los registros arrojaron las primeras imágenes de coches deportivos, mansiones, obras de arte, estampas de lujo y despilfarro. Cinco años después, el caso Ballena Blanca corre riesgo de no llegar a buen puerto. Ya no son 200 los millones de euros blanqueados sino 12, ni más de 40 los imputados sino 15. Y la amenaza de la nulidad se cierne sobre el proceso.
Las quejas de las defensas motivaron los primeros retrasos hace meses, por unas sacas de documentos que no fueron accesibles a los abogados de los imputados. Luego al menos 27 tomos del sumario se extraviaron dentro del sumario de la Operación Malaya. Nuevo retraso, que motivó que se recuperaran 10 de esos tomos y el juez decidiera, en contra de la fiscalía, su eliminación del proceso. ¿Contenían información importante que pueda favorecer a algún inculpado? Es posible, admiten algunas fuentes.
Faltan otros 17 tomos que correrán la misma suerte. Nadie identifica al responsable. Nadie ha pedido responsabilidades. Abogados defensores sostienen que el caso terminará en sentencia porque una operación tan significativa como Ballena Blanca no puede quedar en nada, "pero luego el Supremo pondrá las cosas en su sitio". Fuentes policiales sospechan que acabará sin condenas. Algunas defensas cuestionan la instrucción del juez. Todo suena a preámbulo de la que se armará cuando arranque el caso Malaya.
Menos ruido está ocasionando el juicio por el caso Minutas, cuyo principal imputado es el abogado José María del Nido, presidente del Sevilla CF. A juicio de la fiscalía, Del Nido cobraba (minuta tras minuta, millón tras millón), por formularios que rellenaban los funcionarios, por trabajos de "corta pega", por cosas que no hacía. Su mujer, Ángeles Carrasco, también abogada, percibió honorarios (un total de 111.907 euros) por defender al Ayuntamiento de Marbella en un contencioso de unos vecinos de San Pedro de Alcántara que pedían su desagregación de Marbella. Aquella demanda la había presentado Del Nido.
Finalmente, en una sala de Granada se juzga al juez De Urquía, acusado de aceptar sobornos y extorsionar a sospechosos para no acusarlos. Era el titular del Juzgado de Marbella, parecía decidido a luchar contra la corrupción. El juicio ha traído una sorpresa: un importante documento que le implicaba ha resultado ser falso. Otra negligencia.
Hoy, de la unidad policial que investigó estas tramas en primera línea casi no queda nadie. Tampoco se han producido nuevas operaciones de calado.
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